Las dos historias detrás del niño que prefirió morir a matar

Ángel Escalante cumplió este viernes un día en el área de cuidados intermedios en el Hospital General San Juan de Dios luego que pandilleros lo lanzaran de un puente por negarse a disparar contra un conductor de bus.

Circulan dos versiones sobre el accidente del niño, de padres nicaragüenses, que “prefirió” entregar su vida a unirse a una pandilla y asesinar a un conductor de bus.

Cuando los socorristas auxiliaron al menor escucharon sus palabras: “Querían que matara a un piloto y me tiraron del puente”, y de ahí se provocó la primer versión del accidente del menor que conmocionó a miles de guatemaltecos.

Un detective del Ministerio Público  explicó que esa es la primera hipótesis porque fueron las primeras palabras del niño. Testigos comentaron que habían visto a dos hombres acompañando al niño cerca del puente.

No obstante, algunos estudiantes explicaron que  Ángel Escalante  se habría escapado cuando fue el recreo del martes y habría resbalado y caído del puente.

El padre del menor, Juan Luis Escalante, mencionó que su hijo había sido atropellado. “De seguro por los nervios mencioné eso”, comentó a Publinews por teléfono.

“A mí me contaron que mi hijo se cayó del puente”, agregó el piloto de bus urbano de la colonia Maya, en la zona 18

Búsqueda tras la alerta Alba-Kenneth

Escalante explica que el martes dejó de conducir un bus urbano y le pidió a un amigo que lo llevara a su casa. De inmediato comenzó a buscar a su segundo hijo.“Sus compañeros me ayudaron, lo buscamos por todas partes, terminamos en la noche”, mencionó.

El miércoles la búsqueda se intensificó aunque la situación fue igual: seguía desaparecido.

El jueves al mediodía cuando ubicaron al niño en el fondo del barranco surgió la versión que Ángel había sido raptado por pandilleros para asesinar a un piloto.

Antecedentes El jueves a las 12:40 horas los vecinos del asentamiento Jesús de la Buena Esperanza, que está debajo del puente Belice, en la zona 6, se sorprendieron al localizar al menor golpeado. Pandilleros lo habían lanzado por “negarse” a cometer un crimen. Ángel fue llevado al Hospital General San Juan de Dios donde quedó internado. “Tiene una lesión grave, un traumatismo grave, pero tiene 36 horas que no ha tenido la adecuada atención y pudo haber tenido retraso en la oxigenación”, se refiere el doctor Luis Moya, jefe de Pediatría. Los médicos lo mantienen sedado y le han inducido un coma para que inicie su recuperación. Tiene trauma de cráneo y fracturas en la pierna izquierda y la clavícula, agrega Moya. “Su evolución es crítica”, añade. Dos o tres veces por hora un médico se acerca a la cama 5 en el área de la emergencia, donde está el área de cuidados intensivos y revisan cómo está Ángel. Uno de los investigadores comentó que la versión que el niño se negó a ser delincuente y empuñar una arma de fuego es más reforzada porque su papá conduce autobuses y los pandilleros querían que le disparara a un chofer. “El niño pudo haber imaginado que le iba a disparar a su papá”, finalizó el detective.  

¿Se escapó? 

La directora del plantel en donde Ángel Escalante cursa sexto primera, Mirna Yohana Afre Ramos, notó que el pequeño no estaba el pasado martes y cuando preguntó por él, algunos alumnos dijeron que fue a la hora del recreo cuando el niño “desapareció”.

Entonces Afre Ramos hizo la denuncia a la estación policial de la localidad a las 14:42 horas y le pidió a una maestra que llevara a sus dos hermanas a su casa en el barrio San Antonio, zona 6.

Su mamá Claribel Pérez, ratificó la desaparición de su hijo y se activó la alerta Alba-Keneth (para que las autoridades puedan ubicar a los niños de forma inmediata). La denuncia quedó registrada con el oficio MP-2015 10538.

 

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