Nuevo tropiezo de la SAT a 11 años de Abadío

Ingresos. El ente recaudador se ha visto involucrado en diferentes casos de corrupción que han sido dirigidos directamente por sus jefes.

Se debe reformar la Ley de la SAT El ministro de Finanzas Públicas, Dorval Carías, indica que entre las propuestas para fortalecer a la SAT está la modificación de la Ley orgánica, donde el nombramiento del superintendente ya no sea por el mandatario, sino por el Directorio. Asimismo, se deben realizar cambios en el esquema del Directorio, pues no tiene potestad para despedir a ningún funcionario. También se tiene que fortalecer el sistema de control en cada dependencia y lograr que haya mayor apertura por la SAT en la rendición de cuentas y dicha entidad pueda ser fiscalizada por la sociedad, y no solo por el Ministerio de Finanzas.

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6 meses se mantuvo la intervención operativa en las cinco principales aduanas del país, para combatir el contrabando y la defraudación aduanera, que es la principal causa en la baja de la recaudación.  

La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) vuelve a estar en el ojo del huracán 11 años después de que el entonces titular de esa institución, Marco Tulio Abadío Molina, fue capturado y sentenciado por desfalco al fisco en 2003. Ahora los señalados por defraudación tributaria son Carlos Muñoz y Omar Franco, quienes llegaron a ser jefes del ente recaudador, ambos nombrados por el presidente Otto Pérez Molina.

Los últimos dos encargados de velar por la recaudación tributaria son señalados por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de formar parte de la red denominada “La Línea”, la cual era liderada por el secretario privado de la vicepresidenta, Roxana Baldetti, y conformada por trabajadores de aduanas y exmilitares, que cometían cobros ilegales a importadores en las principales aduanas del país.

Abadío Molina, quien fue nombrado por el expresidente Alfonso Portillo y fue sentenciado en 2007 a 30 años de prisión, tuvo que cancelar una multa de Q24 millones, junto con sus hijos Byron y Junior, como también el exgerente Carlos Barreda y Ana Díaz Fajardo, quien realizó negocios con el jefe de la SAT. Mientras que en el caso revelado por el Ministerio Público (MP) y la CICIG la semana pasada han sido detenidas 22 personas, seis de ellas recobraron su libertad bajo fianza.

El analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) Ricardo Barrientos menciona que es necesario revisar los roles y las facultades del Directorio de la SAT, porque se ha concentrado en atender temas administrativos como son recursos de revocatoria, pero faltan más controles en las diferentes intendencias de la SAT.

Problemas en aduanas

Desde que este gobierno asumió el poder, uno de los obstáculos que remarcó para alcanzar las metas de recaudación tributaria fueron los problemas en aduanas, por lo que en octubre de 2013 el mandatario Otto Pérez informó sobre la intervención operativa en cinco puestos de control, medida que duró seis meses para tratar de combatir la defraudación aduanera. Sin embargo, con esas acciones no se logró desarticular ningún grupo involucrado que repercutiera en la baja captación de impuestos.

Las aduanas intervenidas fueron los puertos Quetzal y San José, Tecún Umán, Pedro de Alvarado y la Aduana Central, donde se realizaban controles con personal de los ministerios de la Defensa y Gobernación.

Ana de Molina, ministra de Finanzas Públicas entre 1994 a 1996, subraya que si bien se trató de transparentar la cobranza de impuestos especialmente en el tema aduanero cuando se creó la SAT, ahora existe un debilitamiento en la cartera del Tesoro que planifica solo el gasto, porque no puede determinar los ingresos, lo cual se evidenció con el conflicto entre el ministro de Finanzas Pavel Centeno y el superintendente Miguel Gutiérrez, quien argumentó que el presupuesto estaba desfinanciando.

“No se explica la caída de los ingresos tributarios si hay una reprogramación del crecimiento económico mayor para este año. Las redes de contrabando siempre existirán, pero pareciera que antes de que existiera la SAT había mayor autoridad desde Finanzas, pues ahora hay un Directorio que no tiene control y el Ministro de Finanzas no puede intervenir en los ingresos, por lo que se van diluyendo las responsabilidades”, agrega De Molina.

La entrevistada indica que se debe considerar devolver la función de los ingresos a Finanzas, pues durante su gestión se logró incrementar los ingresos provenientes de aduanas en 33% con apoyo del sector privado, sin aumentar las tarifas sino que hubo más controles y es cuando cae la red Moreno.

Fortalecer el Directorio

El socio director de la firma de auditores LG Fir, Raúl Lemus, indica que entre los primeros pasos para tener cambios radicales en la SAT está la modificación de la Ley para dotar de facultades al Directorio y que funcione como un Consejo de Administración, pues en la actualidad los directores están de manos atadas para mejorar los controles tanto en la Superintendencia como en las intendencias.

Es discutible que el intendente de Aduanas no sospechara de lo que sucedía en su área de trabajo. Debe haber un cambio en la ley para que el Directorio pueda elegir tanto al superintendente como a los intendentes y estos no sean elegidos afuera de la institución. El ministro de Finanzas también debe fiscalizar más a la entidad que se encarga de los ingresos”, subraya Lemus.

Además, el experto recomienda que la Contraloría General de Cuentas debe participar en la fiscalización de la SAT.

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