Jóvenes que crecieron entre la basura sueñan con un futuro distinto

Lo que comenzó hace doce años con un balón de fútbol y una olla de comida para ganarse la confianza de los niños que rebuscaban entre la basura de un vertedero, se ha convertido hoy en la “Ciudad de la Esperanza” para los jóvenes de los barrios marginales de Cobán, en Guatemala.

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La capital de Alta Verapaz vio crecer la esperanza gracias a la labor del sacerdote guatemalteco Sergio Godoy, que estos días visita España para difundir su trabajo con la infancia y la juventud en riesgo de exclusión.

Por las aulas de “Ciudad de la Esperanza” pasaron ya un millar de niños y jóvenes y algunos han cambiado el reciclaje de basura “en condiciones infrahumanas” por un título universitario en Turismo, Psicología, Ciencias Agrícolas, Administración de Empresas e incluso por ser ciclista profesional, afirmó en una entrevista con Efe el sacerdote Godoy.

“Hay historias con final feliz, los niños tienen que ver que es posible un modo distinto de vida”, dijo.

Su proyecto “Comunidad Esperanza”, conocido también con el nombre de “Ciudad de la Esperanza”, consiguió crear “referentes positivos” para ayudar a los jóvenes de las barriadas marginales de Cobán a no caer en las redes de las maras (pandillas) o del narcotráfico.

“Les ayudamos a soñar que pueden tener un futuro distinto, que pueden lograr ser profesionales o universitarios si se esfuerzan y se lanzan a conquistar sus sueños”, declaró el sacerdote.

Pero el aspecto educativo no es el único. Además de contar con los módulos en los que actualmente estudian 415 niños y jóvenes en riesgo de exclusión, “Ciudad de la Esperanza” está integrada por una biblioteca y una casa-hogar para niños abandonados, que fueron víctimas de abusos o de violencia familiar.

También dispone de un comedor infantil para paliar los altos índices de desnutrición en el que se ofrecen tres comidas al día a casi medio millar de personas, un huerto para generar parte de los recursos alimenticios necesarios y, la última incorporación, un dispensario médico de atención primaria con clínica dental.

A excepción de este último módulo, que se costeó con ayuda humanitaria italiana, el resto de áreas fueron posibles gracias a financiación llegada de España.

Sergio Godoy agradeció que el 80 por ciento de los fondos con los que se ha construido la “Ciudad de la Esperanza” proceden del pueblo español a través de organizaciones no gubernamentales como Manos Unidas, Pueblos Hermanos o la Fundación Esperanza y proyectos de cooperación al desarrollo de instituciones oficiales.

El religioso impulsor de esta iniciativa, licenciado en Educación y Técnico en Ciencias de la Comunicación Social, ofrece en los próximos días conferencias en varias ciudades españolas, dentro de la 56 campaña de lucha contra la pobreza de Manos Unidas. En ellas detallará este proyecto que nació en 2003. 

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