Miles de documentos y 23 testigos sustentan caso

En el segundo día del juicio por la quema de la embajada de España, Publinews indagó sobre las cifras del juicio calificado como histórico. Averiguamos que 23 testigos están aportando su declaración, el expediente consta de 83 folios con miles de documentos y que refuerzan el caso 114 reportes de la extinta Policía Nacional

Por:  Kenneth Monzón / Fotos: Oliver de Ros

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Oliver de Ros Oliver de Ros

Uno de los testigos clave es César Augusto Escalante, chofer del embajador Máximo Cajal y mensajero de la sede diplomática ayer recordó que pudo sobrevivir porque sus compañeros le habían pedido realizar algunas diligencias.

Al regresar notó a varios campesinos en la entrada y dijo estar sorprendido porque la sede diplomática estaba ocupada.

“Un grupo de policías mandaron a llamar a otros que estaban en la calle, y les dijeron que que no quede ninguno vivo”, recordó ante los jueces del Tribunal Primero B de Mayor Riesgo. “El embajador salió al balcón y les pidió a los policías que se retiraran”, agregó.

En su testimonio explicó que los agentes golpearon a Cajal cuando salía del edificio y lo agredieron por haberles ordenado que se detuvieran.

Escalante es uno de los 23 testigos en el caso, que cuenta con 83 folios con miles de documentos y 114 papeles extraídos del Archivo de la extinta Policía Nacional (PN).

García Arredondo es el único acusado de asesinato, asesinato en grado de tentativa y contra deberes de la humanidad. El que fuera jefe del Comando Seis de la PN también es sindicado de haber ordenado la muerte de dos estudiantes que fueron emboscados por un comando cuando acompañaban el funeral de las víctimas.

El periodista retirado Elías Barahona, quien escribía para el matutino “El Imparcial”, testificó sobre las órdenes para rescatar a las personas, ya que su fuente era el ministerio de Gobernación. Añadió que cuando llegó a la embajada, estaba rodeada de policías.

En el debate se proyectó un documental “Quien echó fuego ahí”, donde se difundieron escenas del trabajo que hicieron elementos de la Cruz Roja para rescatar a las personas en el incendio.

El abogado defensor, Moisés Galindo, comentó que las declaraciones no señalan de manera directa a García Arredondo.

La mañana del 31 de octubre de 1980, campesinos, sindicalistas y universitarios tomaron la sede para manifestarse por los abusos de las fuerzas de seguridad en contra de la población, debido a la crisis del conflicto armado entre soldados y guerrilleros. Kenneth Monzón

 Rigoberta Menchú

Querellante en el proceso conversó con Publinews

“Este juicio es un triunfo importante”

 

Foto: Oliver de Ros Foto: Oliver de Ros

¿Qué representa el juicio?

Es algo extraordinario, no solo se siente el peso de 37 personas que fueron quemadas vivas, sino también las secuelas que dejó, que son 34 años que se nos ha negado la justicia. Debimos haber escuchado estos testimonios antes.

¿Qué es lo más difícil como familiar de las víctimas?

Lo siento mucho, la muerte de mi hermano Patrocinio, mi hermano Víctor, mi madre (Juana Tum) mi hermanita Anita, que tenía 13 años que en esos años no tuvo un soporte y no tuve una vida digna.

¿Cómo resume esta espera por obtener justicia?

No solo es eso, hay otros elementos, la criminilización de las víctimas, se dijo que éramos mentirosos, que habíamos inventado esa masacre y no fue así, aquí se está demostrando lo contrario.

 ¿Cómo la ha afectado?

Participar en el juicio es muy trágico. No es posible resumir un acontecimiento en poco tiempo, usé dos horas y me afectó recordar a mi padre muerto.

¿Qué espera del proceso?

Espero que se respete el Tribunal y se dictamine conforme a derecho y, sobre todo esperamos una compensación o una indemnización a los familiares de las víctimas.

¿Cuántos años lleva en la investigación?

Es un gran honor llegar hasta este punto. Día con día dediqué mi vida a guardar evidencias, a hablar con las personas que estaban allí. Hablé con el embajador Máximo Cajal y supe cómo fue la matanza y para mí ya es un triunfo.

¿Por qué?

Todo lo que se ha hecho es un triunfo muy importante en las organizaciones de derechos humanos por la desclasificación de los archivos de la Policía Nacional, donde hay miles de pruebas.

¿Son 34 años sin justicia?

Esos años siento que se han esfumado. Se dice fácil pero fueron años que están en papeles, en investigaciones, en calificar los crímenes. Por eso he sido la persona más estigmatizada.

¿Usted lo dice por los insultos?

Aquí se me ha insultado, se ha dicho que soy guerrillera, subversiva, comunista, mentirosa, que invento, que hostigo el Estado y no estoy conforme, pero todo lo que he vivido también lo ha vivido mi familia.

¿Qué cambiará con la sentencia?

El cumplimento de la sentencia será de por vida. Tengo que recorrer casa por casa, familia por familia, para que se reconozca el resarcimiento.

¿Espera un pedido de perdón?

El general Romeo Lucas ya falleció y no lo hizo, ningún responsable lo ha hecho y no espero que lo hagan. 

Activista

Originaria de San Miguel Uspantán, Quiché es defensora de los derechos humanos y embajadora de buena voluntad de la Unesco.

Víctimas. Su padre, Vicente Menchú Pérez, fue una de las víctimas de la quema de la embajada hace 34 años. Desde pequeña sufrió por la guerra interna. En 1992 obtuvo el Premio Nobel de la Paz, y ha trabajado para resarcir a los familiares de la guerra y que se juzgue a los responsables.

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