Foto: Oliver de Ros
Declarar el Día contra el trabajo infantil fue con el propósito de concienciar a las sociedades sobre la necesidad de protección de los menores de edad para que estén alejados de cualquier actividad laboral.
En el país, hasta 2011, se contabilizaban 850 mil niños trabajadores, sobre todo en la agroindustria, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Skoog, representante de la Unicef, aseguró que para combatir ese flagelo se tiene que invertir en la educación. “Es esencial para cambiar las cosas y lograr desarrollo pleno”, afirmó.
El funcionario, que llegó al país en 2012, agregó que la población ve normal que los pequeños laboren. “Hay que cambiar esa mala práctica de no denunciar. Tenemos que unirnos y evitar que menores laboren y pierdan derechos”, afirmó.
Expresó que hay avances en la lucha contra la desnutrición crónica en el país.
¿Cómo percibe la situación de la niñez en Guatemala?
Hay cosas positivas, pero también negativas. Aunque hace falta mucho por hacer, hay que reconocer que hay avances en la educación y en la reducción de los índices de desnutrición. En el área de la justicia se mejoró, en dos años se logró aumentar el número de condenas de 5% a 24%. Es muy bajo, pero en relación con seis años atrás, se avanzó.
¿Cuál es el mayor problema de los niños?
La desnutrición es un problema único en este país, los niveles son los más altos del mundo. Luego está la violencia en casa, en la calle, contra las mujeres y sexuales y trabajo infantil.
¿Cómo ponerle un alto al trabajo infantil?
Es esencial acompañar a las empresas que le ofrecen trabajo a los menores, pero también hay que trabajar en brindarles las oportunidades. La base del desarrollo de un país es la educación. Inversión en este rubro, sobre todo en la niña, es lo más básico para dar un paso adelante.
¿Cree que los guatemaltecos ven normal este problema?
Sí, es un poco normal como cualquier costumbre después de un tiempo. Hay denuncia, pero todavía hay mucha tolerancia a que menores trabajen, a la violencia, el trabajo infantil, la explotación sexual, entre otras cosas. Es una manera de una persona para no pensar en las injusticias de su entorno, pero hay que cambiar esas malas prácticas.
Es lo mismo como en la desnutrición, si los padres de familia no saben las consecuencias de una mala alimentación, hay que enseñarle a la gente qué es malo o no. Lo que necesitamos es una movilización nacional contra temas como el trabajo infantil. En el mundo esta práctica es común, pero. si no hay oportunidades, de nada sirve. Digo una vez más que las empresas tienen que respetar los derechos de los niños y por eso hay que acompañarlas para cambiar esa cultura. Hay que velar por los estándares como los horarios nocturnos o la carga laboral dura para el menor.
¿Hay control de los niños que trabajan en la calle?
No lo hay, pero creo que es importante acompañar a las entidades que contratan a los menores para que respeten los estándares. Es también responsabilidad de los padres de familia, porque muchos están de acuerdo con que ellos trabajen. Es una manera de sobrevivir, pero hay que cambiar, porque los niños son seres humanos como nosotros los adultos.
¿Hay algún dato de cuál es el trabajo más recurrente de los pequeños?
No hay, y solo se tienen los cálculos de las entidades, como el de la OIT con más de 850 mil niños trabajadores. Es muy difícil porque la mayoría del sector económico en Guatemala está en la informalidad.
¿Es suficiente lo que se está invirtiendo en ese sector de la población?
No lo es. El Estado de Guatemala es muy pobre. Hay un presupuesto bajo y sabemos que solo 20% se invierte en los niños, pero este es un país con más de la mitad de su población joven. Cada vez se invierte más y tenemos que apoyar para que esos recursos no sean menos cada año.
¿La niñez está abandonada?
No puedo decir que toda, pero hay que hacer un plan en el mediano plazo y unir los esfuerzos. Creo que hay que invertir en las zonas fuera del área central para darles más espacio y que se asegure el futuro de la niñez. La desigualdad es fuerte y es un gran reto del país.
¿Está funcionado el Plan Hambre Cero?
Han logrado reducir la desnutrición en 1.7% en los 166 municipios que se han priorizado, no es la cifra de 2.5% que se había calculado, pero es un avance. Es un plan, muy bueno, pero otra cosa es implementarlo. Por ejemplo, los servicios del Ministerio de Salud no son los adecuados, pero hay más instituciones involucradas que trabajan.
¿Qué valoración hace de la percepción del sistema de justicia?
Hay casos en los que actores que tienen que proteger a los menores están involucrados en los delitos en contra de los niños. Por ejemplo, en las adopciones se han generado capturas y eso es un buen paso.
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Equipo Publinews
