Testigos declaran a puerta cerrada en juicio a Sperisen

Uno de los primeros en declarar fue un custodio del exjefe policial. La medida fue para proteger a los testigos.

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GINEBRA. El Tribunal Criminal de Ginebra empezó este martes a tomar declaración a testigos de nacionalidad guatemalteca, sin público, en el juicio al ex jefe de policía Erwin Sperisen, acusado de diez asesinatos en aquel país.

Según anunció la presidenta del tribunal, Isabelle Cuendet, quien sin embargo autorizó la presencia en la sala de periodistas acreditados, la medida fue para proteger a testigos.

Al parecer el lunes en Guatemala fue amenazada María del Socorro Vásquez, madre de un víctima y querellante de Sperisen en el juicio de Ginebra, al ser visitada por dos individuos que la presionaron para que viaje a Ginebra y retire su querella, según su abogada, Alexandra López.

La abogada López dijo que pidió por teléfono la ayuda de la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala para su clienta.

La medida dispuesta en Ginebra comenzó a aplicarse esta tarde con la comparecencia de Santos Jiménez Linarez, custodio de Erwin Sperisen –quien tiene nacionalidad suiza y guatemalteca– cuando dirigió la Policía Nacional Civil de Guatemala (PNC), entre 2004 y 2007.

Confirmó haberlo custodiado el 25 de septiembre de 2006 en la cárcel de Pavón, donde fueron asesinados siete prisioneros, supuestamente abatidos por un grupo de las fuerza pública bajo las órdenes de Sperisen.

Jiménez Linarez identificó por fotos y videos que le mostró el tribunal, aportadas por las autoridades guatemaltecas y tomadas en el lugar de los hechos, la presencia junto a Sperisen de los principales integrantes de su entorno.

Estos son reconocidos en el acta de acusación del juicio en Ginebra y son Javier Figueroa, segundo jefe de la PNC, Víctor Soto, jefe de investigaciones criminales de la PNC, los hermanos José Luis y Henry Danilo Benítez, y Víctor Rivera, consejero de seguridad.

Jiménez Linarez manifestó luego que observó prisioneros que debían haber sido sacados de las instalaciones de la cárcel y eran llevados por la policía, y después empezó a escuchar tiros, pero no pudo discernir exactamente quienes, dónde y contra quien disparaban, pues no lo vio. Posteriormente le comunicaron que hubo muertos.

“Había una estructura paralela para la ‘limpieza social’ en la que estaban Sperisen, Javier Figueroa, Víctor Rivera, Víctor Soto, los hermanos Benítez”, había anticipado por la mañana Cristian Ulate, abogado originario de Costa Rica, quien investigó los hechos bajo mandato de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el órgano creado por la ONU para asistir a la justicia guatemalteca.

“El jefe del Plan Gavilán fue Sperisen”, resumió Ulate.

Con el nombre de Plan Gavilán se denomina la toma de control de la cárcel de Pavón, que pasó a manos de los detenidos en una operación que dejó siete reclusos muertos.

Según la fiscalía de Ginebra se trató de ejecuciones extrajudiciales.

Ulate, que prosigue sus actividades como procurador de la CICIG, añadió las identidades de Víctor Manuel Ramos Molina, y Aldo Stefano Figueroa, hermano del antes mencionado Javier Figueroa, como también integrantes de esa estructura paralela a las instituciones del Estado, aparentemente encargada de eliminar de manera clandestina a personas de ciertos sectores sociales.

Ulate investigó asimismo los asesinatos de fugitivos de la cárcel de “El Infiernito” en 2005, confirmando las conclusiones del acta de acusación del juicio de Ginebra, sobre la eliminación de tres de ellos, Edwin Santacruz, Julián Morales Blanco y José María Maldondo, acta que imputa a Sperisen y a ciertos cómplices de haberlos asesinados una vez recapturados.

AFP

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