Cada cuatro meses la silla del interventor de la DGAC cambia de dueño. Durante el último año de la gestión del presidente Otto Pérez tres personas la han ocupado.
Jair Alberto González se convirtió ayer en el cuarto interventor de esa institución, en lugar de Roberto Rodríguez.
Armando Asturias inició la administración, pero en noviembre del año pasado fue despedido porque fue acusado de una estafa de US$3 millones cuando fue directivo del desaparecido Banco SCI.
Luego llegó Alejandro Castañeda Serovic, estuvo hasta marzo de este año, fue señalado de haber hecho nombramientos y cambios en la entidad sin consultar y, además, se le señaló se ser contratista del Estado.
Su relevo fue Rodríguez, un militar retirado. “Estoy comprometido”, fueron sus primeras palabras, pero el miércoles por la noche fue cesado. El mandatario confirmó que esta nueva destitución se da tras una investigación de la Comisión Presidencial de Transparencia que revela compras irregulares.
Diputados de Encuentro por Guatemala revelaron esta semana que la DGDA realizó compras directas sin hacerlas públicas en 2012 y exceso de personal bajo el renglón 029, entre otras anomalías.
Las autoridades de dicha entidad justificaron que el gasto fue para impartir un curso de imagen para todo el personal.
Según la vicemandataria Roxana Baldetti, otra de las anomalías fue una compra de focos para el aeropuerto La Aurora. “Además, hay más gastos que no coinciden con la facturación”, añadió.
El exinterventor brindó una conferencia de prensa para agradecerle a Pérez la oportunidad que le dio.
Analistas coinciden en que el problema es la falta del criterio para seleccionar a las personas en los puestos estratégicos.
Antecedentes
La DGAC fue intervenida en noviembre de 2009 en el gobierno de Álvaro Colom, con el propósito de “lograr una transparente prestación de los servicios aeroportuarios”, según Colom.
• Críticas. Los analistas aseguran que medidas de este tipo no aseguran que se eliminen los focos de corrupción.
Análisis
No hay criterio de selección. Manfredo marroquín, Director de Acción Ciudadana
El problema de esta administración ha sido la mala selección de personas en los puestos clave. En este caso, en la Aeronáutica todos los que llegan se suman al sistema que ya está corrupto. No hay un criterio para un puesto idóneo. Esto solo nos demuestra que a pesar de ser una entidad que está intervenida no evita la corrupción.
Amilcar Ávila