Foto: Luis Carlos Nájera
Eduardo Villatoro Cano, alias “Guayo”, presunto líder un grupo de narcotraficantes que operaba en el norte de Huehuetenango, fue aprehendido el viernes en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, y deportado a Guatemala, donde está recluido en el “hospitalito” de la Policía Nacional Civil (PNC) por orden del juez Miguel Ángel Gálvez.
Mañana se espera que declare, por videoconferencia, desde este centro asistencial.
Desde ayer la seguridad en el hospital de la PNC se ha reforzado, ya que Villatoro Cano es atendido, por recomendación de peritos del Inacif, de una infección por haberse practicado una liposucción.
El ministro de Gobernación, Mauricio López, criticó que estuviera en “una institución a la cual atacó antes”. Villatoro Cano es acusado por el Ministerio Público de asociación ilícita, narcotráfico, robo agravado, lavado de dinero y el asesinato de nueve agentes de la policía.
La fiscal general, Claudia Paz y Paz, también le atribuye al supuesto capo el asesinato de la fiscal distrital de Chiquimula, Yolanda Olivares, junto con otras seis personas más el 24 de diciembre de 2012.
Zona peligrosa
La zona fronteriza de Huehuetenango y México se ha convertido en tierra de nadie. Contrabandistas y narcos operan allí.
• Debilidad. “Guayo” Cano tenía el control de aldeas del municipio de La Democracia.
• Objetivo. Durante otros gobiernos se ha señalado a Aler Samayoa, alias “Chicharra”, de ser otro de los temidos narcotraficantes del área huista de Huehuetenango. Hasta el momento no tiene orden de captura.
• Operación. Hubo 174 allanamientos, 40 aprehendidos, armas, dinero en efectivo y 80 vehículos.
Raúl Barreno Castillo
