Hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con el plazo legal, tienen los diputados para aprobar el proyecto del presupuesto 2014 que el presidente Otto Pérez entrega hoy en la Dirección Legislativa.
El documento llega a un Congreso marcado por las críticas de la sociedad civil por el desempeño durante este año, sobre todo por el bloqueo de la agenda que mantiene la oposición con la interpelación a Carlos Batzín, ministro de Cultura, y la falta de acuerdos para la aprobación de leyes.
Según el Ministerio de Finanzas, la asignación de recursos para 2014 es de Q70 mil 564 millones, Q3 mil millones más que el vigente. En la propuesta, Q10 mil 165 millones se financiarán con bonos del tesoro y Q4 mil 75 millones en préstamos. El déficit fiscal se situará en 2.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
La cartera de Educación tendrá un aumento de más de Q2 mil millones, debido al pacto colectivo firmado a principios de este año.
“Es de los presupuestos que menor incremento ha tenido durante los últimos diez años. Es manejable, pero el turno ahora será de los diputados, quienes lo tendrán que analizar y aprobar”, aseguró.
Una vez el mandatario les pase la estafeta a los congresistas, se iniciarán los cabildeos y la bancada oficial deberá conseguir apoyo, según los expertos.
Roberto Villate, jefe de la bancada Líder, aseguró que lamenta el monto.
Arístides Crespo, titular del Partido Patriota (PP), comentó que, por el momento, no es un problema que inicie su trámite normal y que la iniciativa sea enviada a la Comisión de Finanzas. “Luego de que esa sala lo analice, habrá que esperar el debate del pleno y que se logren los acuerdos”, afirmó Crespo.
Centeno aseveró que de no aprobarse se caería en un “estrés administrativo”.
El analista del Ipnusac, Cristhians Castillo explicó que se aproxima una nueva batalla en el Legislativo.
Amilcar Avila