“Sí”, respondió en voz baja cuando el juez Robert Patterson le preguntó si se declaraba no culpable del delito de conspiración para lavar “decenas de millones de dólares” en los bancos estadounidenses durante su gestión, de acuerdo con los medios locales.
Acompañado por un equipo de cinco abogados, el exfuncionario llegó a las 2:05 de la tarde (hora local) a los tribunales federales, en el sur de Manhattan. “Se le vio enfermo, delgado y preocupado”, explicaron los periodistas.
Su defensa solicitó que se le otorgue una fianza con el propósito de que recobre su libertad debido a su estado de salud.
David Rosenfield, uno de sus letrados, le anunció al juez que dentro de diez días o dos semanas le presentarán un paquete de fianza.
Mauricio Berriondo, otro de sus juristas, comentó que tuvo la oportunidad de platicar con Portillo.
Mientras se desarrollaba la audiencia, Preet Bharara, fiscal federal que lideró la investigación y que en 2010 presentó la acusación de manera formal que lo sindica del lavado de US$70 millones, destacó el trabajo de los operadores de justicia de su país y de Guatemala.