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Pablo Molinero: “No hemos cambiando, la peste de la corrupción y el machismo sigue siendo lo mismo”

La segunda temporada de “La peste” ya está disponible en “HBO” y su protagonista nos habla más de la serie.

Publinews habló con Pablo Molinero, rostro de una producción intrigante y dura, tan oscura como los tiempos que retrata y la humanidad que refleja.

El proyecto que se estrenó hace unos días en “HBO” lleva al espectador a Sevilla en la segunda mitad del siglo XVI, un puerto rico y miserable que lucha para mantenerse vigente.

La serie muestra dos mundos contrastes, pasa la vida pomposa y acaudalada y llega hasta los más desposeídos. A continuación, el actor nos cuenta más sobre los retos y lo que se espera de esta nueva entrega de “La peste”.

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La entrevista con Pablo Molinero…

  • Después de todo el final de la primera temporada, ¿qué le espera a tu personaje ahora?

Después de tocar fondo, como le pasa en la primera temporada, solo puede resurgir de sus cenizas o morir. El viaje al nuevo mundo que emprende de una manera cuidadosa lo llevará a Puerto Hambre, donde acaban todos, que es un lugar real. La convivencia con unos indígenas le devuelven la fe en la comunidad. El forma parte de un grupo, pero le falla. Lo mejor será pasar página y volver a ser alguien con quien pueda empatizar con los demás, marcarse en cosas sentimentales, incluso.

  • ¿Cuál es el principal desafío de reencarnar a Mateo?

Tuve dos desafíos muy importantes. El primero es que yo vengo de hacer teatro físico, el cual implica muchos gestos y movimientos con el cuerpo, pero el director casi no me dejaba hacer gestos y usar instrumentos de la época. Mi interpretación tenía que ser más precisa.

Lo segundo fue que el personaje nace en una época muy oscura y me tocó encarnar esa depresión y no quería terminar siendo ese personaje depresivo. El director, Alberto, me decía que le diéramos vida, porque estaba pasando por una enorme depresión, hasta que consigue esas ganas de vivir. No caer en depresión fue otro de los grandes retos y eso se nota en las escenas.

“La peste”, una serie para mirar y reflexionar…

  • ¿Qué sensaciones te dejó antes y después de rodas esta segunda temporada?

La primera fue muy maratónica y grande, y volver a enfrentarnos a una segunda temporada es difícil. Fue algo un poco difícil porque en ese tiempo me convertí en padre, entonces todo se me acumuló. Sentía que no me daba vida para el trabajo y pensar que otra vez íbamos a estar en los sets de grabación me complicaba. Pero el equipo humano es tan grande y valiosos que sin pensarlo dijimos “vamos a la piscina”. Saboreamos la acción. La segunda temporada tiene que ver más con la lucha, con un entramado mafiosos; la lucha de las guerrillas, la calle y pequeñas bandas. Al final fue un gusto rodar, hay algo que me dio un poquito de alegría que fuera más luminosa que la primera.

  • Esta es una serie que presenta escenas muy duras de algún momento de la sociedad, ¿cómo ha sido trabajar en esta serie? ¿te pone a reflexionar como actor?

Hay algo en Mateo que lo hacer ser camaleónico. Él fue a un palacio para hablar con un noble, pero también visitó las cabañas del extramuro, él es un abanico completo de colores de aquella época. La realidad era muy dura. La fe de Mateo por los hombres estaba muerta. Las situaciones que se dan durante una pandemia golpean fuertes. Los ricos son los que intentas salvarse y los pobres quedan desbancados. Hay algo que sirve como un poco de metáfora de esta serie. La peste es un pandemia, pero la peor peste es el ser humano, la corrupción y sigue presente hoy en día y esa es la gran reflexión de la serie.

Las comparaciones del ayer y hoy…

  • ¿Cómo ves a la humanidad en comparación lo que vemos en “La Peste”?

Indudablemente si hablamos a nivel humano, si hay cosas que vamos mejorando. En relación al machismo con las mujeres todavía tenemos mucho que mejorar, pero estamos avanzando. Mucho de aquella época eran cosas injustas, a los niños en ese entonces se les usaba como mano barato. El hombre y la mujer tienen que ser igual. Es cierto, lo estamos intentando hacer, pero creo que todo tiene que ver con el nivel social. Tenemos que denunciar la corrupción si está en nuestras manos. Además, si cambiamos, eso nos hará ser personas muy diferentes. En España, cuando estábamos encerrados comenzaron a reflexionar mucho las personas, hubo una ola energética para cambiar la situación. Es un reto que tenemos por delante.

  • La primera temporada se estrenó en el momento más complicado de la pandemia, aunque sabemos que es ficción, predijo muchos cosas que después vivimos en el confinamiento, ¿cómo se vive participar en una serie que predijo el presente?

Es muy interesante, yo me concentré en el hecho creativo. Esta es una serie histórica y yo no sabía cómo se hablaba en esa época, menos de lo pomposo del castellano antigua, pero al final me di cuenta que era muy semejante a lo que pasa hoy en día. Hay gente con problemas económicos que busca ayuda con alguien más. Me parece interesante hacer la reflexión, pero al mismo me da tristeza porque no evolucionamos, pero más que eso es porque somos lentos. Vamos poco a poco, pero seguros, quisiera pensar. El hecho de denunciar la corrupción ya es algo.

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