A un día del matrimonio religioso de Edwin Luna y Kim Flores se lleve a cabo, el escándalo y la polémico sigue detrás de ellos.
PUBLICIDAD
Hace un par de días, Becky Colombani hizo estallar las redes tras confesar secretos de su hija, con la intención de que la boda no se realizara.
La mujer reveló que en múltiples ocasiones la modelo guatemalteca le ha sido infiel a su esposo, el vocalista de "La Trakalosa de Monterrey".
Además, destacó que ella desde el principio se ha dedicado a "verle la cara de tonto", pues solo está interesada en su dinero y la fama que a través de él obtiene.
Todos estos secretos fueron una razón más para que los mexicanos sigan "odiando" a Kimberly. Pues tampoco le perdonan que se haya metido en el matrimonio de Edwin con Alma Cero.
PUBLICIDAD
Ahora vuelve a atacarla tras darse a conocer unas imágenes del pasado de la modelo nacional. Su mamá compartió antiguas fotos para que sus fanáticos vieran que su belleza es producto de las cirugías plásticas.
- "Después se pregunta por qué los hijos salen feos"
- "Qué horrible es esa mujer, por Dios este Edwin está ciego"
- "Lo corriente no se le quita"
- "Con el dinero que sus caseros le dieron se dio su arreglada"
- "No te queremos Kim, por roba maridos"
- "Eres lo peor que pudo pasarle a Edwin"
Otros secretos
La señora aseguró que su hija la odia por que siempre la ha visto como rival porque heredó su nariz, facción que siempre detestó, por lo que poco a poco y "sacándole dinero a diversos hombres", se fue operado todo el cuerpo para lucir tal y como la vemos hoy en día.
Asimismo, contó que a los 17 años ella quedó embarazada y que el niño nació con autismo porque durante su embarazo se la pasó en la calle “bebiendo”, incluye después de que lo tuvo se desaparecía para buscar “dinero con hombres asquerosos”.
El pequeño Elián vive con su abuela paterna en la Ciudad de México.
Ante las agresiones, Edwin Luna quiso callar a la señora de una manera muy educada a través de una imagen en su cuenta de Instagram, donde puntualizó:
“Existe gente que su miedo lo esconde detrás de palabras, envidiosos que se desahogan con algunas otros”.