Los cuentos infantiles, esos escritos por los hermanos Grimm y quienes los precedieron, siguen siendo mitos culturales poderosos que aún calan en las mentes de quienes por generaciones han crecido con ellos.
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Tanto así, que al verle en una serie o en una película o cualquier producto cultural, se siguen aceptando sin chistar, aun cuando en pleno siglo XXI estos patrones de relaciones han sido ampliamente cuestionados.
Esto pasa con “You”, la nueva serie de “Netflix” en la que un librero llamado Joe (e interpretado por Penn Badgley) se enamora de una chica llamada Beck (Elizabeth Lail). El joven siente un amor al punto de acosarla en todos los aspectos de su vida para que sea completamente suya.
La serie, que ya acumula más de 40 millones de espectadores. Además, ha generado un gran debate sobre el nivel de obsesión en una relación, el nivel de exposición que dejamos ante los otros y lo tortuoso que puede llegar a ser un enamoramiento.
¿Por qué te gustan los personajes tóxicos?
El personaje principal parece ser el crush de muchas personas, en el mismo nivel de encanto de otros antihéroes de la cultura popular, como Snape, de “Harry Potter”; Loki, del universo cinematográfico de Marvel.
A los anteriores se une el Joker, del universo DC (entre muchos otros) quienes tienen en común con Joe el ser hombres torturados, necesitados de afecto y con fanáticos que ven en eso un atractivo irremediable para la construcción de su historia y personalidad.
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Lo mismo sucede en los personajes femeninos como Carrie Bradshaw de “Sex and the City” o la misma Electra, del universo Marvel .
Ante este fenómeno incluso ya se ha pronunciado Penn Badgley.
El actor ha dicho que su personaje es un asesino y un acosador. Asimismo afirma que no hay nada de sexy ni provocativo en amar a alguien así. Pero, entonces… ¿por qué estos personajes provocan tan fuerte interés romántico y fascinación con las relaciones tormentosas que pueden llegar a tener?
“Podemos identificar que los chicos malos representan fuerza y protección. Históricamente, los hombres luchan. Los más fuertes son los que ganan y garantizaban continuidad y estabilidad. En estos tiempos eso ha cambiado, pero tenemos marcado ese deseo por el fuerte”, explica a Publinews Internacional Carine Gómez, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Areandina.
Conclusiones
“Vemos esos modelos y los exaltamos. Muy pocas veces cuestionamos esa información que nos llega, por eso multiplicamos esos modelos ideales. Ahora bien, la fuerza no está mal, pero no es el único modelo válido. Debe ir mezclada con conciencia, empatía, y amor gentil, pero la cultura del ‘chico malo’, nosotras tenemos la fantasía de que va a cambiar. Que en el fondo va a ser tierno o que por mí lo hará. Y es una falsa fantasía, y es tan peligrosa que termina en relaciones tortuosas”, explica la experta.
De ahí concluye que es un patrón muy peligroso el de una relación en la que uno sufre por el otro. “Uno, en las relaciones de pareja, siempre es transformado, uno no puede decir: Yo soy así, si me amas adáptate. Eso está destinado al fracaso. Nadie cambia por el otro. La persona toma la decisión de permitirse ser transformada. El chico malo es un patrón cultural, pero no necesariamente es real y como sociedad debemos identificar que esto es ficción”, concluye Carine Gómez.
Y esto lo han mostrado una gran parte de productos culturales, como la película “A él no le gustas tanto”. Pero, ¿hasta qué punto podríamos tolerarla en la vida real, más allá de una serie de “Netflix”? Quizás, en algunos casos, la realidad hace igual de atractiva a la ficción.