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Así relata rapero cómo asesinó a estudiantes en Jalisco

"El Cochi me ofreció de mil 500 a dos mil pesos por la chamba en el taller y aparte me dijo que me pagaría 3 mil pesos a la semana por otro jale (trabajo)", apuntó el rapero.

El lunes, en la columna de Héctor de Mauleón, se detalló que Christian Omar, mejor conocido como QBA, primero trabajó en un taller con un conocido al que apodaban ‘El Cochi’. Después, este le ofreció tres mil pesos para ‘otro jale’.

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El Cochi me ofreció de mil 500 a dos mil pesos por la chamba en el taller y aparte me dijo que me pagaría 3 mil pesos a la semana por otro jale”, apuntó el rapero.

Declara que un día los encargados de la plaza en Tonalá, mataron a tres ladrones que no tenían autorización de robar por parte del CJNG.

“El Cochi me dijo que ya había visto cómo se mataba a un cabrón, que esto es lo que hacían ellos y que en su momento, yo iba a hacer lo mismo, que yo iba a ser un sicario” contó a las autoridades.

Ese mismo día, el joven de 24 años fue con esas personas a una casa donde disolvían a las víctimas. A los tres sujetos que acababan de asesinar los metieron desnudos a un tambo y les vaciaron un líquido transparente con un olor muy fuerte.

“El Cochi me ordenó asomarme al tinaco. Vi que estaba uno de los morros que habíamos matado en el taller. También estaba desnudo, me dijo que agarrara el cadáver del otro morro y lo aventamos de cabeza ahí mismo.”

Los tambos fueron sellados con cinta adhesiva para que el químico hiciera su trabajo. El olor que despedía era como el de un animal muerto. Christian Omar revela que después fueron en una camioneta a tirar un líquido café, lo que quedó de los ladrones.

“Salieron como siete botes de líquido café con un olor a animal muerto. De esos no quedó ni un hueso, todo se hizo líquido”.

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La madrugada del 20 de marzo, recibió una llamada. Tenía que ‘pozolear’.

QBA se despidió de su pareja, porque iría a pintar un carro en el taller de El Cochi. Al llegar al lugar, había tres cuerpos desnudos boca arriba. Dos de ellos tenían marcas de soga en el cuello y en las muñecas. El tercero, uno robusto con barba rojiza, estaba golpeado en rostro y cuerpo, con una herida en la pierna izquierda.

“No tenían signos, no respiraban. Metimos dos cuerpos en un tinaco y el tercero de barba, lo metimos en otro”. Declaró el rapero al juez.

Vertieron el ácido en los tinacos, los taparon con cinta y trapearon el suelo con cloro, para disimular el olor de los cadáveres desintegrándose.

Christian Omar terminó su trabajo esa noche. Sus jefes le dijeron que lo contactarían para después pagarle ‘el jale’. Más tarde recibió una llamada, le advirtieron que no se parara en Tonalá por algunos días, que “la habían cagado”.

“Comencé a ver las noticias para saber qué había pasado y vi que habían desaparecido tres estudiantes, que los habían levantado y al momento en que pasaron las fotos de los desaparecidos, me di cuenta que se trataba de los cuerpos que ayudé a pozolear.”

QBA recibió días más tarde el pago de su trabajo. Se fue con su pareja y su hijo a la playa de Guayabitos.

Mientras las familias de Javier Salomón Aceves Gastélum, Daniel Díaz García y Marco García Ávalos los buscaban con desesperación, desconocían que esa misma madrugada habían sido disueltos en ácido por el rapero y otros integrantes del CJNG.

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