Miles de personas estaban dispuestas a disfrutar del Route 91 Harvest Festival, que se llevaba a cabo en Las Vegas, y escuchar música country y nadie se podía imaginar la pesadilla en la que se convertiría la noche.
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El cantante Jason Aldean estaba realizando su show cuando comenzaron los disparos y la música se detuvo abruptamente y él corrió del escenario para ponerse a resguardo.
"Esta noche ha sido más que horrible. Todavía no sé qué decir, pero quiero que sepan que yo y mi equipo estamos a salvo", sostuvo Aldean en un posteo en Instagram, tras el sangriento tiroteo.
Y agregó: "Mis pensamientos y plegarias van para todos los involucrados esta noche. Me hace doler el corazón que esto le pueda pasar a cualquiera que salga a disfrutar de lo que debería haber sido una noche divertida".
Brittany Aldean, esposa del artista, también usó las redes sociales para comunicar que se encontraban bien.
La mujer aprovechó para dejar un mensaje a los que estuvieron presentes y su solidaridad con las víctimas.
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"No tengo palabras para lo sucedido. Fue horrible, rezo por todos".
El ataque más grande
Más de 50 personas murieron cuando el domingo un hombre abrió fuego contra una multitud que asistía a un festival de música country.
Este se considera ya uno de los tiroteos más sangrientos ocurridos en décadas en Estados Unidos.
El autor de la matanza, identificado como Stephen Paddock y abatido por la policía, disparó desde el piso 32 del hotel Mandala Bay, ubicado en la avenida central Strip.
"Estamos calculando más de 50 muertos y 200 heridos a este punto", dijo el lunes temprano el sheriff Joseph Lombardo en un segundo balance temporal de muertos y heridos.
