Artistas y deportistas nacionales impulsan proyectos de desarrollo

Con la motivación de ayudar a una parte de la población guatemalteca, varias figuras del arte y el deporte nacional utilizan sus logros profesionales para llamar la atención y dirigir o apoyar movimientos y proyectos sociales.

Uno de esos casos es el de Jessica Scheel, exreina de belleza y experta en imagen, quien representa a la Fundación Pan de Vida, que hace poco se unió con la Fundación Ismael Cala para inaugurar un nuevo centro educativo para niños en la zona 3.

La cantautora Kim Lou, que de pequeña sufrió bullying, utiliza su experiencia para concienciar a los niños guatemaltecos acerca de este mal.

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El artista Panchorizo visita de manera frecuente escuelas y barrios para impartir talleres de teatro clown.

Entre la rutina de su preparación y las competencias, deportistas nacionales encuentran un espacio para compartir con los más pequeños parte de su tiempo, además de inculcarles los valores que ponen en práctica en sus disciplinas.

Es así como figuras de la talla del marchista Erick Bernabé Barrondo, el pentatleta Charles David Fernández y el futbolista José Manuel Contreras "el Moyo", en diferentes escenarios y formas, tratan de ayudar a que otros ganen medallas en su formación integral como guatemaltecos y de que anoten puntos, no solo en la parte deportiva.

El marchista y medallista olímpico, Barrondo, apoya anualmente causas con la donación de implementos deportivos y regala juguetes a niños en las aldeas cercanas a su natal San Cristóbal Verapaz.

Junto con su familia, el campeón mundial y panamericano de pentatlón moderno, Fernández, desarrolla proyectos para llevar alimentos y medicinas a niños y jóvenes de comunidades del interior.

Al lado de su amigo Luis Fernando Ola, “el Moyo”, uno de los mejores futbolistas guatemaltecos, apadrina un proyecto para la sana distracción y que los niños se mantengan lejos de los vicios y las pandillas.