En una medida que sacudió a la comunidad artística de Rusia, un grupo de investigadores detuvo el martes al director de teatro Kirill Serebrennikov, famoso por su sátira ácida contra el gobierno ruso, acusándolo de malversar 1,1 millones de dólares.
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Serebrennikov, de 47 años, niega las acusaciones. El director ha sido aclamado a nivel internacional por sus producciones que van del drama a la ópera y el cine.
En septiembre iba a dirigir una ópera en Stuttgart, Alemania y el año pasado su película "The Student" ganó el premio Francois Chalais en el Festival de Cine de Cannes. En Moscú sus producciones han dominado la escena teatral por años.
Las obras de Serebrennikov se mofan de las mentiras oficiales, la corrupción y el conservadurismo social en aumento. Su detención representa la primera vez desde la era soviética que un director de teatro enfrenta represalias de las autoridades.
Los miembros destacados de la élite cultural rusa han defendido fuertemente a Serebrennikov, denunciando su detención como un acto intimidatorio.
El Comité Investigador, la dependencia investigadora más importante de Rusia, acusó a Serebrennikov de crear un ardid para desviar 68 millones de rublos (1,1 millones de dólares) en fondos oficiales que estaban destinados a una producción en su teatro de 2011 a 2014.
El director fue detenido en San Petersburgo, donde rodaba una película sobre una estrella del rock soviética, y escoltado a la sede del comité en Moscú, según su abogado, Dmitry Kharitonov.
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Tras un interrogatorio, Serebrennikov fue encarcelado en espera de una audiencia el miércoles.
El director fue brevemente detenido e interrogado en mayo, pero los investigadores no formularon cargos en su contra. El contador del teatro y un importante ejecutivo están detenidos y otro mánager está bajo arresto domiciliario en espera de la investigación del caso.
Según los medios locales, el contador y varias personas más han testificado contra Serebrennikov.
Aunque el director tiene contactos personales con algunos miembros del gobierno ruso y su teatro ha recibido importantes partidas oficiales, recientemente había enfrentado ataques de políticos extremistas y activistas conservadores que querían retirar los subsidios a sus producciones.
En julio, el afamado Teatro Bolshoi de Moscú canceló un ballet muy esperado dirigido por Serebrennikov justo tres días antes de su estreno, lo que muchos artistas locales consideraron un regreso a la censura.
El Bolshoi negó reportes de que el espectáculo sobre el bailarín Rudolf Mereyes hubiese sido cancelado por la descripción abierta de sus relaciones homosexuales, lo cual es un tabú bajo la actual ley rusa contra la propaganda gay.
Los miembros de la comunidad artística rusa, políticos liberales, y activistas presionaron el martes para la liberación de Serebrennikov. Algunos encontraron paralelismos con el arresto de Vsevolod Meyerhold, un famoso director de teatro ruso ejecutado por la policía secreta NKVD durante las purgas del dictador soviético Josef Stalin.
“La detención del director es claramente excesiva”, tuiteó Alexei Kudrin, ex ministro de finanzas famoso por sus posturas liberales.
Mikhail Shvydkoi, enviado del presidente Vladimir Putin para la cooperación cultural internacional, criticó a los miembros del Comité Investigador, responsable de delitos de alto nivel, por lo que describió como una “demostración de fuerza”, de acuerdo con la agencia noticiosa Interfax.
Previamente este año importantes miembros de la comunidad artística rusa defendieron a Serebrennikov en una apelación ante Putin. Poco después el diario Kommersant citó a Putin criticando a los investigadores como “tontos” en mayo durante una conversación privada con Yevgeny Mironov, un importante actor y director que habló en defensa de Serebrennikov.
“El Comité Investigador ha tratado de demostrar que no son unos tontos”, dijo la activista Olga Romanova el martes.