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Los secretos detrás del baile en "La La Land"

La coreógrafa Mandy Moore estaba debajo de un auto sobre el pavimento caliente mientras más de 100 bailarines hacían piruetas sobre ella en medio de un atorón de tráfico en Los Angeles en el primer número musical de “La La Land“.

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Para hacer la secuencia se necesitaron meses, la parte más complicada fue realizada por Moore, quien ha creado rutinas para los programas de televisión “Dancing With the Stars” y “So You Think You Can Dance” por años.

“Lo llamaré hashtag ataque de pánico”, dijo la coreógrafa nominada al Emmy sobre la rutina realizada en una autopista urbana, que requirió decenas de autos, varios acróbatas, 30 bailarines profesionales y más de 100 extras para tener una sincronización perfecta en las largas tomas.

Tenía que estar suficientemente cerca para darles el compás, pero no se podía ver a cuadro, así que se escondió debajo del auto, viendo a través de un monitor inalámbrico. Podía sentir la magia desde ahí cuando hicieron la toma.

“Todavía se me pone la piel de gallina cuando lo recuerdo”, dijo.

Crear ese número y las rutinas celestiales que interpretan Ryan Gosling y Emma Stone en “La La Land” no fue el único papel de Moore en el musical onírico. También pasó meses enseñándole personalmente a los astros a bailar.

La película, un homenaje al viejo Hollywood y a una moderna Los Angeles, es una historia de amor con música original bailada por Stone y Gosling.

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Cada uno empezó con clases individuales en un pequeño estudio en Burbank, California, no muy lejos del restaurante donde sus personajes, Mia y Sebastian, se conocen por primera vez. Moore comenzó por los aspectos básicos que aborda con cualquier estudiante: acompasar los movimientos con la música y repetir patrones de jazz, tap y vals. Al mismo tiempo trabajó para crear un “amor general por la danza” en los actores.

“Si esta gente no ama bailar lo terminarán odiando … y sabes que eso no puede ser parte de la ecuación”, dijo. “Tienen que amar bailar”.

Stone prefirió trabajar primero con sus pies, dijo Moore cuando se enfocaron en el estilo y la ejecución. Con Gosling fue al revés.

“Con Ryan era como ‘no sé qué paso estás haciendo, pero si me das el estilo..”’, dijo.

“Su trabajo es ver el diamante en bruto”, dijo Gosling, quien calificó a su maestra como “una persona y coreógrafa maravillosa”.

“Ella tiene mucha confianza en que puede sacarlo de ti si sigues sus indicaciones”.

Una vez que tenían lo básico, Moore juntó a los actores y les enseñó los movimientos de Mia y Sebastián, que estaban basados en parte en las preferencias que mostraron durante sus clases privadas. Por ejemplo, un movimiento de arrastre de pie que le gustaba a Gosling se volvió uno de los pasos distintivos de Sebastian.

Planear y ejecutar interpretaciones a gran escala, como la rutina en la autopista, y crear bailes íntimos que se ajustaran a sus fortalezas reales y a los personajes imaginarios muestra los talentos de Moore. La primera escena fue “el gran paisaje y después trabajar en los detalles”, dijo. “Mientras que con Ryan y Emma fue muy detallado (al principio) y después el gran paisaje”.

La historia de Moore no es muy diferente de la de Mia. Los musicales, clásicos y contemporáneos como “La La Land” inspiraron a esta bailarina a dejar su pequeña ciudad natal en Colorado y mudarse a Los Angeles tras estudiar la secundaria.

“Es un súper clisé”, dijo Moore. “Tenía 18 años, 500 dólares y mi maleta”.

Trabajó con compañías de danza contemporánea, en cine y en televisión antes de que una serie de eventos la llevaran a “La La Land”. Colaboró con la juez de “Dancing With the Stars” Carrie Ann Inaba, quien le presentó al creador de “So You Think You Can Dance” Nigel Lythgoe. El trabajo de Moore en ese programa le valió dos nominaciones al Emmy y la atención de uno de los productores de “Silver Linings Playbook”, quien la contrató para crear el baile de Bradley Cooper y Jennifer Lawrence en esa película.

El guionista y director de “La La Land” Damien Chazelle, lo más importante de la coreografía era que fuera “tan del personaje como de los cuerpos moviéndose”.

“Lo que le dije a Mandy es que en esta película, bailar, cantar y actuar son la misma cosa, no hay separación entre ellos”, dijo Chazelle. “Al final de cuentas el baile realmente emanó de cómo se relacionan entre sí Ryan y Emma”.

A Moore le encantaría que la película inspire a los espectadores a descubrir su Fred Astaire o su Ginger Rogers interna.

“El baile de salón es muy accesible para aquellos que no son bailarines”, dijo.

También espera que la gente sienta el mismo placer viendo la película como lo sintió trabajando en ella.

“Siento que ‘La La Land’ es como el Super Bowl de tu carrera”, dijo. “Que esto le pase a la danza, que esto me pase a mí y a la coreografía, es enorme, enorme, enorme. Quizá necesite colgar las zapatillas después de esto”. 

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