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El actor salvadoreño Arturo Muyshondt protagoniza la película “El Pastor”, una historia que nos muestra la realidad en la que viven la mayoría de los países latinoamericanos respecto a las pandillas.
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Al mismo tiempo, esta historia expone una solución para erradicar esta problemática mediante una guía espiritual.
Publinews tuvo oportunidad de hablar con el centroamericano sobre este proyecto y la temática de las pandillas.
¿De qué trata la historia de la película? Refleja una realidad compleja que vivimos los centroamericanos, especialmente Guatemala, El Salvador y Honduras. Es una temática de la juventud y la violencia, pero no solo expone el problema sino propone una solución que es que los jóvenes a temprana edad puedan encontrar la fe y un mejor camino en sus vidas. Presenta a un héroe que es el protector de su comunidad, un héroe de carne y hueso que era un pandillero; estando en la cárcel encuentra a Dios y al salir se convierte en un pastor que protege a su comunidad a toda costa. ¿Por qué hacer una película sobre esta temática? Yo estuve del 2005 al 2008 con jóvenes en las cárceles tratando de entender porqué están tan involucrados en este mundo de las pandillas. Rápidamente me di cuenta que, como cineasta, no quería explotar la violencia. Deje la idea en el tintero y hasta el 2013, un momento muy complejo en mi propia vida, sentí que Dios me habló y me dijo “acuérdate de los muchachos”, y fue así como se me vino la idea de esta historia inspiracional. ¿Cómo te preparaste para el papel? El Pastor es un joven que a los 12 años no tenía ningún tipo de oportunidad, creció y su mandato era entrar a la pandilla. Llegó a ser uno de los 3 líderes más grandes, hace cosas muy malas, pero encuentra la redención al conocer a Dios. Y, en vez de salir corriendo, regresa a su comunidad con un compromiso de luchar por jóvenes en su misma condición. ¿Qué fue lo más difícil de realizar la grabación? Es una película fuerte ya que el personaje conlleva una transformación espiritual muy profunda. Hay escenas difíciles de filmar donde tuve que ir a lo más oscuro de mi ser para sacar emociones reales. Hay un atentado dentro de la iglesia contra un joven, al vivir eso una y otra vez (porque se hacen varias tomas de esa escena), es algo complejo.
- ¿Qué impacto ha tenido desde ya este proyecto?
Muy conmovidos porque estamos introduciendo a uno de los pocos héroes de carne y hueso de los latinoamericanos. Todos aquellos que creen en Dios necesitan una guía de vida con personajes contemporáneos.
- ¿Cuáles consideras que son las principales razones por las que los jóvenes se involucran con pandillas?
Creo que uno de los grandes factores es la falta de guía a una temprana de edad y la falta de oportunidades para el desarrollo. Entrar en una pandilla a los 12 años es fácil porque no tienen que estudiar o prepararse, tristemente lo que tienen que hacer son actos violentos muy grandes y eso es el camino fácil.
- ¿Cuál es tu sugerencia para darles una guía espiritual a estos jóvenes pandilleros?
Ese fue el gran reto con mi llamado para los jóvenes porque la película, si bien es un vehículo que entretiene, educa e inspira, es un vehículo que según el mercado entra y sale rápido. El reto era cómo dejar una huella permanente en el tiempo. Por esa razón, estamos lanzando paralelamente una iniciativa o una plataforma que se llama “Youth Xpansion” porque es ”jóvenes por la violencia o por la corrupción” en varios países latinoamericanos. La idea es extraer mensajes de la película y de mi propia vida para empoderar a los jóvenes con herramientas de liderazgo, empredurismo social y es un movimiento socio-espiritual. Sin esos fundamentos espirituales es muy difícil lograr llegar a ser una persona completa.
