El problema es que ya usó lo que sabe usar. Foto: Getty Images
Y parece haber matado a Montoya de Plaza Sésamo. Foto: Getty Images
Britney: un vestido con un mejor material y por ende un mejor fitting , con un mejor estilismo te harían ver mejor. Foto: Getty Images
Ariana Grande en tendencia. No ofrece nada bueno. Exceso de bronceador y solo un cliché menos elegante el que vemos siempre. Foto: Getty Images
Nicki Minaj ha usado vestidos mejores. Acá parece Morticia en versión tacky. Foto: Getty Images
Ashley Graham usa transparencias para la forma de su cuerpo y no le sale bien. Es por el diseño de las mismas. Por cómo contrastan con su fondo. Foto: Getty Images
Qvenzane Wallis quería parecer una modelo del universo de Karl Lagerfeld. Lo hubiera intentado más con el peinado y maquillaje, lo hubiera logrado. Foto: Getty Images
Dascha Polanco no eligió bien las piezas. El corte en la cintura la hace ver enorme. Los jeans no la favorecen. Ni qué decir del material y color del top de arriba. Foto: Getty Images
Farrah Abraham, impresentable e infantil. Foto: Getty Images
Tove Lo trató de ser minimalista. Pero salió desaliñada. Foto: Getty Images
Snooki, en típico traje de brillantes que uno creería propio de estrellas de mal gusto de América Latina. Foto: Getty Images
Alaska, como la icónica Britney Spears en 2003. Otro disfraz. Foto: Getty Images
El problema no es Nev Schulman, es su esposa. Hay maneras más creativas de mostrar un desnudo. La chaqueta es deslúcida. Debió ponerse algo más statement. Foto: Getty Images
Fifth Harmony, otra vez. Cuando se vistan bien, Kim Kardashian será más elegante que Victoria Beckham. Foto: Getty Images
Nessa, en un vestido negro que es vulgar por su contraste de sus materiales. Foto: Getty Images
J Wow Wow como una versión trashy de Kat Von D. Foto: Getty Images
Bebe Rexha iba bien en su intento de Donatella Versace. Hasta que se puso las botas. Foto: Getty Images
Scout Durwood, en la versión trashy de Mad Men. ¿A qué vienen los guantes? Foto: Getty Images
El problema con el traje de Carly Aquilino es el color. Se pierde en medio de su tono de piel y su color de cabello. Foto: Getty Images
Taylor Hill como patinadora artística. Foto: Getty Images
No, no y no, Paris Goebbel. El estampado te hace ver enorme. Ni qué decir del complemento “étnico”. Foto: Getty Images
Rita Ora, se supera en su look homeless. Foto: Getty Images
Como vaticinamos, estos VMA’S 2016 fueron un homenaje a la extravagancia. Tal cual como el año pasado, lo que no es extraño, porque no faltó uno que otro excéntrico repentino que quiso mostrar en un evento todo lo que no era. Y de paso, hacer el ridículo.
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Puede ser Farrah Abraham, vestida de “Mujer Maravilla”. Se adelantó al Halloween y le ganó a Beyonce, que usó su vestido de la Gala del MET 2015 (sí, el transparente que hasta Kim Kardashian le copió de otra Gala del MET) y se puso el plumaje de “Montoya” de “Plaza Sésamo” encima. Por lo menos hay que abonarle que intentó hacer un ejercicio conceptual.
Hubo otros que fallaron rotundamente en el proceso. Fue por su estilismo o por el fitting del vestido que no destacaron en una gala que tiene de todo. Hasta gente disfrazada de Britney Spears, quien, cómo no, volvió a decepcionar en la alfombra roja, así como Nicki Minaj.