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En una época donde todo es meme y por lo general ya nada suele respetarse, algunas cosas siguen causando escozor. Sobre todo cuando se trata del nazismo, cuyo surgimiento dejó 66 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial y cuyas cenizas se ven en partidos de extrema derecha racistas en Europa y otras partes del mundo. ¿Y qué tiene que ver Taylor Swift?
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Pues que ahora es una “diosa aria” del Internet. Varios artículos y memes ahora la relacionan con citas de Hitler, sobre todo por parte de grupos de ultraderecha y artículos en los que se dice que la cantante es una “nazi camuflada”.
En el blog “Daily Stormer” se ha difundido mucho esta teoría. Afirman que Swift solo es una nazi encubierta que espera que Donald Trump gane la Presidencia para anunciar sus “ideales arios”. También dice que ella se comprometerá con uno de los hijos de Trump y serán coronados “imagen de América”.
Todo esto lo menciona Andre Aglin, quien lleva varios posts defendiendo esta teoría, que no es ni tan nueva. Todo comenzó en 2013, en Pinterest, con el usuario @poopcutie. El abogado de la cantante, en aquella época, escribió una carta pidiendo que no se relacionara a Taylor con esa ideología.
Pero como todo lo que se pide tiene un efecto contrario, el fenómeno se ha expandido.
Ahora hay un grupo de Facebook llamado “Taylor Swift for Fascist Europe”. Tiene más de 20 mil seguidores. Ahí hay cientos de imágenes donde se interpreta a la artista con citas y gestos, como el simple hecho de levantar la mano.
Anglin afirma que ella, con eso demuestra que no es como Miley Cyrus, que “hace orgías con negros”.
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Caro le ha costado a Taylor no ser asociada con política ni dar opiniones al respecto, como muchos colegas de su rubro. Jamás ha dado opinión alguna de las elecciones presidenciales ni de ningún tema concerniente a lo ideológico en un país que es ya bastante polarizado.
Además, su origen es conservador. Viene de una familia blanca y tradicional, lo que la hace perfecta para encarnar los ideales de ultraderecha que pululan en Estados Unidos y Europa, explica Milo Yiannopulos, citado por el portal “Broadly”.
