No soportó la mofa que le hacían en el programa “Unbreakable Kimmy Schmidt”, donde Martin Short se burlaba de él y sus rasgos. Foto: vía Getty Images
También estaba afectado por los comentarios negativos de su trabajo hacia las famosas. Era solitario y entregado a su trabajo. Tenía 65 años. Foto: vía Getty Images
Sin embargo, Brandt era un profesional competente. Foto: vía Getty Images
Se tituló como dermatólogo en los años 80. De ahí creó un imperio. Foto: vía Getty Images
Una marca de cosmetología en crecimiento. También un programa de televisión. Foto: vía Getty Images
Este se llamaba “Ask Dr. Brandt”. Lanzó una exitosa crema llamada “Needles No More”. Foto: vía Getty Images
Pacientes ricos de todo el mundo iban a visitarlo. Foto: vía Getty Images
Era tan profesional que sabía exactamente dónde pinchar. Foto: vía Getty Images
En un mundo donde muy pocos pueden vivir ostentosamente de su profesión, el Doctor Fredric Brandt parecía tenerlo todo: era el pionero del bótox. Gracias a eso, clientes ricos y famosos precisaban de su habilidad. Gracias a eso, creó un imperio millonario y era famoso en televisión.
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Eso, hasta que se suicidó el año pasado. Pero varias famosas le deben mucha de su juventud al dermatólogo. Entre ellas Madonna, que solo dijo de él: “Le debo mi piel”.
Y eso es bastante verídico:
Esto también pasó con Demi Moore:
O con Gwyneth Paltrow:
Esto también pasó con otra clienta conocida, Kelly Ripa:
En la galería verán la trágica historia de Fredric Brandt.