Desde que se creó el sistema y la industria de la moda, el cuerpo donde se han lucido las más legendarias creaciones sigue siendo europeo: alto, espigado, sin curvas. Y a pesar de tantas revoluciones a favor de las mismas, aún se piensa en el primer modelo cuando se habla de vestidos de firma.
Vean, por ejemplo, la famosa colección de Alexander McQueen que se lanzó en 2009, con patronaje futurista y los icónicos zapatos que fueron su sello de marca:
Lo que hacía que el vestido quedara perfecto es el cuerpo de la modelo, enfundado en un vestido creado para dar volumen tanto en la cabeza, como en los pies y las caderas. Vean lo que pasa cuando se lo pone alguien como Salma Hayek:
Y aunque cantantes como Beyonce han sabido lucir vestidos de diseños tan complicados en su proporción como Gareth Pugh, lo que evidencian las alfombras rojas cada vez que hay un evento, es que el diseño tradicional no piensa en otros tipos de cuerpo.
Que lo diga Kim Kardashian, a la que le hacen memes todo el tiempo:
En la galería podrán ver otros casos tan desafortunados como estos, muestras de que aún ni siquiera la exclusividad se adapta para mujeres más delgadas que el promedio, pero que no llegan a ser altas y ultradelgadas, como las famosas.