Emilio Méndez: “‘Soñé futuro’ es el ejercicio para imaginar el mañana”

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El ejercicio social de empoderar a los guatemaltecos y conocer los escenarios culturales que guarda el legado del Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias”, en sus 8.5 manzanas, estuvo cerca de no realizarse. Opiniones encontradas sobre el nombre que tomaría la actividad, que se celebrará hoy, motivó a una suspensión temporal, debido a la confusión de la información. Esto se debió a una publicación en las redes sociales en la que se hacía referencia a que el lugar cambiaría de nombre.

Tras darse a conocer que la ministra de Cultura y Deportes, Ana María Rodas, daba la autorización de realizarse el evento nuevamente, platicamos con Emilio Méndez, de Saúl E. Méndez, y coordinador del evento, para conocer los detalles de este proyecto.

Un ejercicio social que involucra a todos

“‘Soñé futuro’ es la continuación de ‘Visionarios de Guatemala’, que son actividades con la intención de que los guatemaltecos se empoderen de los lugares públicos que están destinados a su disfrute”, mencionó. “Este ejercicio social es para abrir las rejas que esconden los tesoros del Centro Cultural ‘Miguel Ángel Asturias’, que se conozca el teatro al aire libre, que vean que hay un Instituto Nacional de la Marimba y que este necesita concluirse. Que vean el área de bosque y disfruten de este lugar”, añadió.

Méndez menciona que lo que se quiere es abrir las puestas y quitar los candados que encierran el Centro Cultural. “El Centro Cultural es una isla fortificada a la que solo se tiene acceso en vehículo”, menciona Méndez. Y es que La escalinata, que es la entrada principal al lugar ubicada por la sexta avenida frente a la municipalidad, está inhabilitada. “Esta escalinata es la más grande en la ciudad y conduce a una joya. No es posible que eso se les niegue a los guatemaltecos”, manifestó Méndez. 

Mucho más  que una gran sala

El Centro Cultural pasó a ser un lugar muy privado y de acceso restringido por diferentes razones. En el lugar cuenta con múltiples salas de teatro, un escenario al aire libre, que solo se ha utilizado cuatro veces durante el año, un museo y una escuela de arte.  Pero para muchos guatemaltecos estos lugares son desconocidos. “Tristemente la entrada a esta joya cultural no se puede disfrutar libremente”, menciona Méndez. “Todas las personas tienen que disfrutar de la cultura y tener acceso a este lugar y no solo de un porcentaje de la población. Es un sitio para los guatemaltecos que no se les puede negar”, añadió.

La cuna de la marimba

Una de las intenciones principales del ejercicio es que las personas conozcan la edificación del Instituto Nacional de la Marimba, que por razones de presupuesto su construcción se ha quedado inconclusa y actualmente está en el abandono. “Se necesita mucha inversión para rescatar este lugar que diseñó y soñó el maestro Efraín Recinos, pero, si no damos a conocer su estado y sumarnos a su rescate, corre peligro que se pierda para siempre”, explica.

La ciudad es reflejo de lo que hacemos y dejamos de hacer

“Soñé futuro” no es un evento, ni un show de modas o una actividad para un sector de la sociedad. Es la continuación de varios procesos que ya se han dado anteriormente y que buscan es la transformación de espacios públicos. “El ejercicio lo que pretende es que las personas sean parte del tesoro cultural que está en la ciudad. Poseemos esta joya cultural, pero la realidad es que está en el abandono. Para que renazca y sea más que un Centro Cultural tenemos que darle una visión a futuro”, menciona. “Esto implica conservarlo, pero no guardarlo o esconderlo, sino hacerlo propio”, añade. 

“Soñé futuro”, de la confusión a la realidad

“Soñé futuro” estuvo cerca de ser cancelado por opiniones generadas por el nombre que llevaría la actividad. Muchos confundieron en un principio que el Centro Cultural cambiaría a “Parque Cultural Miguel Ángel Asturias”, algo que no era cierto. Los escenarios durante la actividad tomarían diferentes nombres por la temática del ejercicio. Algo que llevó a la confusión y a una mala información.

“Para cambiar Guatemala debemos hacerlo juntos. El país no se construye con el sector privado por un lado o el sector público por otro. Aprender a trabajar juntos es un reto enorme, pero un sueño que se puede cumplir”, explica. “Nos guste o no guste, tenemos que comprender que se debe de hacer para cambiar a este país juntos y estas actividades lo que buscan es eso, juntar a los guatemaltecos”, finaliza.