En la realeza hay algunos príncipes, como William y Harry, que siempre han causado admiración por su labor y por su apariencia. Son portadas de revistas de jovencitas y han hecho suspirar a muchos.
Ellos, tal y como Andrea Casiraghi de Mónaco o su hermano Pierre (entre otros aristócratas), son el material usual de revistas del corazón. Pero algunos de sus parientes o pares de otros países europeos no destacan precisamente por lo que ellos tienen: belleza.
Son millonarios, talentosos y bien preparados. Pero su apariencia es particular.
Esto los ha hecho blanco de críticas, pero a ellos no les importa. Varios se dedican a las artes y la caridad. Y se empeñan seriamente en representar a su país.
Por esta razón, en la galería que acompaña la presente nota les presentamos algunos de estos “royals”. Para leer la información desde un smartphone o tablet, seleccionen “ampliar galería” y luego “mostrar texto”.