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La puesta en escena de “La Vía Dolorosa” se presentará el 27, 28 y 29 de marzo, a las 19:00 horas, en la Fráter Ciudad San Cristóbal. La entrada es gratuita.
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Más de 80 actores en el reparto, más de 300 voluntarios y efectos audiovisuales te transportarán a la tierra de Israel.
Publinews conversó con el director, Carlos López, acerca de la obra.
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¿Cómo te sientes de dirigir nuevamente esta puesta en escena?
Es una obra que cumple 20 años de presentarse. Es mi séptimo año dirigiéndola. Me siento privilegiado. Sin buscarlo, estoy aquí. Es una oportunidad que se me dio de tener a cargo el montaje y hacer cosas nuevas. Lo primero que hicimos fue escribir un libreto, que lo actualizamos todos los años.
¿Cuál fue el proceso para escribir el libreto?
La historia es la misma que conocemos todos. Es la vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. Tomando como hilo conductor los pasajes de la vida que relatan estos acontecimientos, basamos la escritura del libreto. Tenemos algunas libertades, como poner palabras en personajes que no nos constan que dijeron, pero refuerzan la obra. Nuestro objetivo es presentar una historia dialogada. La mayoría de las frases en la obra son extractos de la Biblia
¿Cuáles son los desafíos con los que te has encontrado al dirigir la obra?
El desafío principal es que crean en la propuesta de lo que hacemos. Principalmente porque todos los actores de la obra y el cuerpo de baile son voluntarios. Ninguno se dedica profesionalmente a estas funciones. Lo primero que buscamos es que la actuación sea natural. Por eso les damos un taller de dicción y expresión corporal. Debemos hacerle entender al elenco qué necesitamos y ensayar. Como todos son estudiantes o trabajadores de lunes a viernes, solo tenemos los fines de semana para ensayar.
¿Qué les enseñas?
El cuerpo de danza está a cargo de un compañero que es miembro del Ballet Folclórico de Guatemala. Me encargo de la actuación y el montaje completo. Son más de 70 actores, así que hacemos el montaje por grupos. Los primeros ensayos son puros ejercicios de actuación y luego nos enfocamos en las escenas de la obra. Hay mucho trabajo de ejercicio con ellos.
¿Por qué crees que esta puesta en escena se ha convertido en una tradición de la Semana Santa en el país?
Es una obra impresionante. De parte de la Iglesia, porque es una herramienta evangelística con la que se llega a muchas personas que necesitan saber que Jesús vino al mundo. Nació, tuvo un ministerio de tres años y medio, después lo capturaron y lo crucificaron para redimir el pecado de la humanidad. Y para los asistentes en general, pues realmente no hay muchos espectáculos en Guatemala, hay pocos lugares donde la gente vaya a tener un momento de esparcimiento. Cuando tienes un espectáculo que suena de boca en boca, y los medios se hacen eco de esa obra, la gente quiere ir. Gracias a Dios en los últimos años se ha llenado la sala en las tres funciones. El año pasado hasta tuvimos el problema de tener que cerrar las puertas porque ya no cabían los asistentes. La publicidad de boca en boca tiene mucho que ver.
¿Qué me puedes decir del actor Edwin Fausto, que interpreta a Jesús?
Es un joven actor de la Fraternidad Cristiana. Todos lo conocen como “el Colocho”. Después del primer montaje que dirigí, el actor principal se fracturó la rodilla jugando futbol. Tuve que pensar en alguien más para hacer el papel de Jesús. Conocí a Edwin y me pareció adecuado. Platiqué con él y un 31 de diciembre, a las 11:30 de la noche, le pregunté si aceptaría ser Jesús en “La Vía Dolorosa”, y me respondió “Hala, es un gran reto, déjeme pensarlo”. Al día siguiente aceptó. Desde entonces es muy grato trabajar con él.