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Diccionario del sexo. 40 términos que tienes que conocer

Cada vez son más los hábitos, las fantasías y los juegos: cada uno lleva su nombre. No importa si te animas a practicarlos o no, pero siempre es bueno saber de qué se tratan, ya que la mayoría son en inglés.

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Hoy las mujeres pueden tomar la iniciativa, pedir lo que necesitan y, más aún, cuestionar al hombre si insiste en ser el macho que todo lo sabe. Además, los modos actuales en la cama ya no tienen a la penetración como una meta imprescindible. Poco a poco el juego erótico se incorpora con todo su poder como una fuente de placer y de conocimiento del cuerpo propio y del partenaire sexual.

Cada nuevo hábito tiene su propia denominación, y todos juntos conforman lo que algunos llaman el “sexionario” moderno. En orden alfabético, estos son los términos más llamativos:

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Abdorgasmos. Son los orgasmos que se dan como consecuencia del ejercicio físico. Muchas mujeres aseguran haber alcanzado el clímax andando en bicicleta, levantando pesas, practicando yoga o en una clase aeróbica

Bangover. El nombre proviene de “hangover”, que es el malestar del día siguiente a una borrachera. En este caso, se trata de una resaca muscular: los dolores que quedan en el cuerpo tras una noche de sexo apasionado.

Bondage. Es un juego sexual que se hizo popular con la novela Cincuenta sombras de Grey. Consiste en atar al compañero (usando cuerdas, esposas, vendas o cintas), bajo su consentimiento y sin provocarle daños.

Booty call. Sexo libre, sin compromisos y sin reclamos, con el único objetivo de sentir placer. El compañero es alguien de confianza, a quien contactamos por medio de una llamada o un mensaje de texto.

Butch. Es un término que usa la comunidad homosexual para definir a las mujeres con estilo varonil.

Dogging. Consiste en tener sexo en la calle, como lo hacen los perros (de ahí su nombre, que proviene de “dog”). Se puede hacer con una o varias personas, por ejemplo dentro de un auto.

Double bag. Es el acto de ponerse dos o tres preservativos, uno arriba del otro.

Efecto coolidge. Se llama así a las sensaciones que genera tener un nuevo compañero sexual. Sus promotores aseguran que al cambiar de pareja se reactiva el deseo. Y, por supuesto, hacen apología de la infidelidad.

Facesitting. Se refiere al acto de sentarse sobre la cara de la pareja, sea la mujer sobre el hombre o el hombre sobre la mujer.

Footjob. Es dar un masaje erótico o masturbar al compañero usando solo los pies. Quienes lo practican aseguran que despierta el deseo sexual y provoca más excitación que cuando se usan las manos.

Foreplay. Otra forma de llamar a los “juegos previos”. Incluye besos, caricias, sexo oral y todo lo que hagamos antes de llegar al clímax.

Free pass. El “pase libre” es darle permiso a nuestra pareja para que tenga una aventura con otra persona. Claro que después no valen los reproches.

Foxy bikini. Es una extraña moda surgida en Nueva York. Consiste en depilarse totalmente la zona del cavado y luego aplicarse pelo teñido de zorro, que por lo general es sintético.

Gang bang. Varios hombres tienen sexo con una misma mujer: termina uno y empieza el otro, hasta que ella dice basta.

Humasexual. Así se autodefinió el cantante Morrissey, quien dijo sentirse “atraído por los seres humanos”.

Hung. Es una forma de denominar a un hombre que tiene un pene muy grande.

Karezza. Técnica que permite recuperar la pasión y el erotismo evitando llegar al clímax. Se basa en encuentros físicos prolongados en los que todo vale para encontrar satisfacción.

Kinky. Otro término que se puso de moda con el auge de la literatura erótica. Define a la tendencia de vestirse especialmente para el sexo, con ropa de látex y de cuero.

Knismolagnia. Es sentir placer sexual haciendo o recibiendo cosquillas.

Kokigami. Juego erótico de origen japonés, que consiste en colocarle al pene un disfraz hecho con papel.

Matutolagnia. Es el deseo sexual que algunas personas sienten durante la mañana. Su nombre proviene de Mater Matuta, diosa del amanecer en la mitología romana.

Masters/slaves. Se refiere a la práctica sexual del amo y el esclavo: uno de los dos ordena y el otro obedece.

MILF. Este término de moda quiere decir “Mom I’d like to fuck” y se traduce como “Mamá a la que le haría el amor”. Caracteriza a las mujeres maduras, madres de familia, que “coquetean” con todos los hombres.

Neutro. No es un hombre ni es una mujer: es alguien que pertenece al tercer sexo.

Nyotaimori. En esta práctica japonesa, un hombre come sushi servido sobre el cuerpo desnudo de una mujer. Si se hace sobre el hombre se llama “nantaimori”.

Pegging. En este caso, la mujer adopta un rol masculino. Para eso, usa un consolador sujeto con un arnés, con el que satisface a su pareja.

Penis captiva. Es una práctica sexual común en Tailandia, que genera mucho placer. Consiste en “capturar” con fuerza el pene usando los músculos de la vagina.

Petting. También conocido como “King out”, son encuentros en los que solo hay besos y caricias, pero nunca se llega a la penetración.

Precop. No son nuestros novios ni nuestros amantes, de hecho, ni siquiera existe la mínima posibilidad de tener un futuro amoroso con ellos. Son parte de una relación en la que abundan la exploración, las búsquedas y el sexo: son nuestros amigos con derecho a roce.

Quickly. Es un “rapidito”: sexo sin mucha preparación y en lugares inesperados. Genera una gran adrenalina.

Sex coach. En el mundo se expande la moda de contratarlos. Son personas que ayudan a las parejas a mejorar su performance erótica. Algunos lo hacen a distancia, pero otros están ahí mismo, en el lugar de la acción.

Sexdiet. Intensas jornadas de sexo que se hacen con el objetivo de bajar de peso.

Sexetarianos. Hay personas vegetarianas que deciden no tener sexo con carnívoros. Aseguran que a través de los fluidos corporales se transmiten las hormonas presentes en la carne animal.

Sexit. Es la idea de escaparse, por ejemplo de una fiesta, con un desconocido. Pueden ir juntos al baño, al jardín, a una habitación oculta, no importa dónde, pero tiene que ser rápido y excitante.

Sexting. Es el acto de enviar mensajes eróticos a través de un smartphone. Expertos de Estados Unidos y de Europa advierten que es una práctica en aumento entre jóvenes y adolescentes, con muchos riesgos.

Shagbag. Así se llama el kit con todo lo necesario para pasar la noche fuera de casa. Incluye cepillo de dientes, ropa interior, cosméticos y, por supuesto, una caja de preservativos.

Solodex. Es nuestro “background erótico”, todo lo que usamos para excitarnos a solas. Pueden ser historias pasadas, fantasías, aromas, libros o películas pornográficas.

Splosh. Forma de “fetichismo” que consiste en verter comida, sustancias no comestibles o líquidos sobre los cuerpos.

Tickling. Técnica que, a través de cosquillas eróticas, lidera el camino hacia un orgasmo explosivo y suma carcajadas al clímax.

Xenofilia. Se refiere a quienes sienten deseos sexuales por los extranjeros. También define a las personas que se excitan disfrazando a sus parejas con indumentaria de otras culturas.

Más allá de las modas, las nuevas variantes sexuales aportan diferentes formas de obtener placer. La razón inmediata podría resumirse en la necesidad de incorporar cambios para no caer en la rutina. Sin embargo, los aportes van más allá: las sensaciones corporales, la estima, los sentimientos agradables y la vivencia de libertad se expanden para contribuir al bienestar personal y de la pareja.

Por: Luisa Godínez y Agencias

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