En una carta titulada “A mi madre”, Ricardo Arjona recordó anécdotas de su vida de infante, en la que sobresalen detalles de su madre los cuales le dejaron grandes recuerdos. Le agradeció por enseñarle a defenderse, por nunca llegar primero pero saber llegar y a nunca darse por vencido.
El cantautor empieza la dedicatoria de despedida con un recuerdo de infancia, en el que a sus 6 años se encontraba en una pelea con otro amigo del barrio y el primer consejo que le dio Doña Mimi fue:
En otro de los fragmentos recuerda consejos clave para su vida, y como su madre apoyaba a su padre, Ricardo, cuando llegaban los problemas económicos:
La carta continúa con el último instante junto a ella: “Mi madre se me fue hace unas horas ante mis ojos de manera insospechada pero justo como ella quería que sucediera”.
El cierre es emotivo, en el que Arjona le hace una promesa por última vez:
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