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Este fin de semana fue distinto al resto del año. La Cervecería Centroamericana le dio la bienvenida a la época navideña junto a miles de ciudadanos en la plaza del obelisco, un punto medular para dirigirse a distintas zonas de la capital guatemalteca.
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El final del día no pudo estar mejor: frío, ventoso, lleno de esperanza y, sobre todo, fraternidad.
Tal como ocurre desde hace 28 años, el encendido del Árbol Gallo marca el punto de partida para dar la bienvenida a la época en la que se intensifican la sensibilidad, la convivencia y, sobre todo, los mejores deseos para el país.
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Al igual que el árbol de Rockefeller Center, en Nueva York, la Navidad recibió la bienvenida para hacer de los capitalinos, y en el interior del país, una época para estimular la fraternidad a lo largo y ancho del país con 33 árboles navideños.
Previo al momento culmen, el grupo musical Los Ayudantes de Santa y otras diversiones entretuvieron a los asistentes de todas las edades. Tiro al blanco, boliche, argollas y pesca, fueron algunas de las opciones para los asistentes.
ASI ES EL ÁRBOL
El Árbol Gallo de la plaza el obelisco mide 42.67 metros de altura y tiene un diámetro máximo de 15.50 metros. Lo componen 8 mil 500 ramillas, las cuales alojan tres bombas de colores e igual serie de luces.
Pesa 40 toneladas y alberga un “cerebro” electrónico que sincroniza tanto la música como series de luces desde las seis de la tarde durante cada día que está activo.
Es un espectáculo con el que los visitantes de a pie y en carro tienen la oportunidad de disfrutar durante el fin de año. Los habitantes de Mixco, Amatitlán, Teculután y otras ciudades también tienen en sus propias ciudades.
Juan José López Torres