El técnico italiano del Olympique Lyon, Fabio Grosso, sufrió una agresión impactante junto con su equipo mientras se dirigían al estadio Vélodrome para enfrentarse al Olympique de Marsella en la décima jornada de la Ligue 1. El incidente, que se produjo el domingo 29 de octubre, ha sacudido al mundo del fútbol y ha resaltado un creciente problema de violencia en el deporte francés.
PUBLICIDAD
El Lyon vio cómo su autobús fue brutalmente atacado por un grupo de ultras del Olympique de Marsella, quienes arrojaron piedras y rompieron los vidrios del vehículo en un acto de violencia sin precedentes. Grosso fue uno de los más afectados por este acto irresponsable, recibiendo un impacto en el rostro que lo dejó con heridas y sangre en la nariz.
Su asistente, Raffaele Longo, también sufrió gravemente la agresión, resultando herido en uno de los ojos. Algunos jugadores del Lyon también sufrieron daños, aunque afortunadamente no fueron tan graves como los de sus dos entrenadores.
Silencio en la Ligue 1
Hasta el momento de la redacción de esta nota, ninguno de los clubes involucrados ni la Ligue 1 se han manifestado oficialmente sobre el ataque. Esta falta de respuesta plantea preguntas sobre la seguridad en el fútbol francés y la capacidad de los clubes y la liga para abordar la creciente violencia de los hinchas.
El incidente es una llamada de atención para las autoridades del fútbol en Francia, quienes deberán tomar medidas más enérgicas para abordar este tipo de incidentes y garantizar la seguridad de los jugadores, entrenadores y aficionados. La agresión a Fabio Grosso y su equipo pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más serio y efectivo para combatir la violencia de los ultras en el deporte y mantener la integridad del juego.