El fútbol francés ha vuelto a ser noticia este domingo, pero no por una hazaña deportiva, sino por un incidente que ha sacudido a la comunidad futbolística. En el minuto 95 del partido entre el Montpellier y el Clermont, correspondiente a la jornada 8 de la Ligue 1, un petardo lanzado por un ultra explotó a escasos centímetros de Mory Diaw, el portero del Clermont. Este acto de violencia provocó la suspensión del partido y dejó al mundo del fútbol consternado.
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El encuentro se encontraba en su tramo final con un marcador de 4-2 a favor de los locales, el Montpellier. Sin embargo, la explosión del petardo cerca de Mory Diaw cambió drásticamente la dinámica del partido. El guardameta de 30 años se desplomó instantáneamente tras el impacto y tuvo que ser evacuado del estadio en camilla. La preocupación y la indignación se apoderaron de los presentes en el Stade de la Mosson.
Suspendido el Montpellier vs. Clermont
El árbitro del partido, Florent Batta, tomó la decisión de suspender el encuentro de forma inmediata. Posteriormente, una Célula de Crisis de la LFP (Liga de Fútbol Profesional) se reunió en los vestuarios para deliberar sobre el desenlace del partido. Finalmente, el choque fue suspendido definitivamente. Esta acción podría tener graves consecuencias para el Montpellier, ya que la LFP podría determinar que el partido se le dé por perdido debido a la gravedad de lo sucedido.
Mory Diaw, quien no pudo levantarse tras la explosión del petardo, había sido uno de los protagonistas en el empate del Clermont la semana pasada contra el PSG. Tras el lamentable incidente, Neto Borges, lateral izquierdo del equipo dirigido por Pascal Gastien, vio la tarjeta roja después de mostrar su indignación hacia la zona de los ultras en la que se originó el lanzamiento del petardo. Este incidente no solo ha afectado al partido en sí, sino que también ha dejado secuelas en el ánimo de los jugadores.