Las amenazas que recibieron tres aficionadas en el Derbi ante el Atlético

El reciente derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, uno de los enfrentamientos más esperados de la Liga española, dejó un desagradable episodio que pone de manifiesto la gravedad de las amenazas y la intolerancia en el fútbol. Tres aficionadas, una madre, su hija menor de edad y su tía, vivieron momentos de terror a las afueras del Estadio Cívitas Metropolitano, siendo víctimas de intimidaciones y agresiones por parte de seguidores del Atlético de Madrid.

El día del derbi, estas tres mujeres decidieron asistir al estadio para presenciar el recibimiento de su equipo. La niña llevaba puesta la camiseta de Vinicius, jugador del Real Madrid, lo que, lamentablemente, desencadenó una serie de eventos alarmantes. Un grupo de aproximadamente 50 personas se acercó a ellas, señalando a la menor y comenzando a proferir insultos y amenazas. La tía de la niña sufrió agresiones físicas por parte de estos individuos, lo que agravó la situación.

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Amenazas por parte de seguidores del Atlético de Madrid

Los testimonios de las víctimas describen un ambiente lleno de odio y agresión. Los agresores profirieron insultos racistas y xenófobos, utilizando términos denigrantes como “fuera vikingo de mierd*” y “negra de mierd*”. Los gritos y amenazas de muerte aterrizaban con ferocidad en las tres mujeres, creando un clima de terror inimaginable. La menor, en particular, quedó sumida en el llanto y la súplica de abandonar el lugar, abrumada por el miedo.

Las víctimas de esta agresión verbal y física expresaron sentirse profundamente inseguras e indefensas ante la multitud que las rodeaba. La Policía Nacional ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos, y La Liga, como entidad responsable del fútbol español, también ha denunciado el incidente y está colaborando en la resolución del caso. La patronal del fútbol incluso ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Odio, evidenciando la gravedad de lo sucedido.

Silvia, la tía de la menor, brindó su testimonio a los medios para exponer la terrible experiencia que vivieron. En sus palabras, relató cómo comenzaron los insultos y cómo se intensificaron hasta volverse una amenaza real. Su incredulidad inicial al pensar que los cánticos iban dirigidos a otros aficionados se convirtió en una pesadilla cuando un individuo se acercó y la amenazó directamente, instándola a alejarse si quería proteger a la niña.