El fútbol centroamericano se encuentra agitado por una controversia que reveló el medio salvadoreño El Gráfico y que involucra al Club Águila de El Salvador y al Diriangén de Nicaragua. La acusación del equipo nicaragüense ha puesto en tela de juicio la correcta aplicación de las reglas de equipación en la Copa Centroamericana 2023. Alegan que el Águila violó el reglamento al no asegurar que todos sus jugadores emplumados lucieran uniformes idénticos.
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El foco de la controversia recae en los uniformes de los jugadores del Águila, particularmente en los números estampados y en los detalles publicitarios. El Diriangén señala que los números en las camisetas de Duvier Riascos y Darwin Cerén diferían de los de sus compañeros de equipo. Además, denuncian que los uniformes de estos jugadores presentaban diferencias en los detalles de las marcas publicitarias.
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La veracidad de la primera afirmación resulta complicada de confirmar, ya que las evidencias fotográficas y videográficas del partido no ofrecen una claridad absoluta. No obstante, la discrepancia en los detalles publicitarios es un punto que podría ser constatado mediante una simple inspección visual.
Según el Artículo 5.6 del Reglamento de Equipación de la FIFA, “el uniforme que vistan todos los jugadores de campo de un equipo deberá ser idéntico”. La controversia se intensifica al observar que el reglamento de la Copa Centroamericana 2023, en su Artículo 16.1, establece que los clubes participantes deben cumplir con el Reglamento de Equipamiento de la FIFA vigente. Esto hace que la violación alegada por el Diriangén tenga un sustento sólido en las normativas deportivas.
