Siguen surgiendo datos sobre la tragedia de Indonesia, la cual ya escala a 131 fallecidos y que tiene a la policía del país asiático señalado por el manejo del encuentro entre el Arema FC y el Persebaya. Las fuerzas de seguridad ya comienza a tomar decisiones y fue el portavoz de la policía nacional de Indonesia, Dedi Prasetyo, quien confirmó la destitución del jefe de la Policía de Malang, Ferli Hidayat, y nueve agentes; además señaló que 19 policías se encuentran siendo interrogados por el suceso.
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Los agentes, quienes usaron gases lacrimógenos para contrarrestar la invasión, acción prohibida por la FIFA dentro de los terrenos de juego, también fueron captados pateando y golpeando a diversos aficionados como se logra observar en diversas grabaciones que se encuentran en redes sociales. Este actuar hizo que las fuerzas de seguridad perdieran aún más el control dentro de las masas.
Dentro de los informes de los servicios de inteligencia de la policía del país asiático se revelan que la utilización del gas lacrimógeno no estaba previsto para usar en el encuentro, revelando que el uso del mismo entra dentro de las posibilidades que generaron el incidente por el cual el gobierno indonesio ha suspendido la liga y ha creado una comisión para investigar la tragedia, la cual espera obtener nuevos resultados en tres semanas.
“Muchas de las víctimas estaban en las gradas. Entraron en pánico por el gas”, comentó Danny Agung Prasetyo, coordinador del grupo de aficionados del Arema, para la AFP.
Entre las informaciones que revelan las autoridades indonesias se encuentra la posibilidad de que los encargados de la boletería vendieran más entradas de las que el aforo permitía.
Directivos también pagan las consecuencias
La Federación Indonesia de Futbol también ha notificado que Abduk Haris, jefe ejecutivo del Arema FC, y Suko Sutrisno, jefe de seguridad del estadio Kanjuruhan han sido suspendidos de por vida el futbol además de pagar una multa de 250 millones de rupias indonesias, cifra cercana a las 16 mil 500 dólares.