Este viernes se hizo oficial que el consorcio estadounidense manejado por la familia Ricketts quedó fuera por decisión propia de la candidatura por la propiedad del Chelsea, esto se publicó un día después del cierre de propuestas para hacerse con el club que aún pertenece al ruso Abramovich.
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En un comunicado, Tom y Laura Ricketts, los propietarios de la franquicia de béisbol de los Chicago Cubs, y sus patrocinadores, los millonarios estadounidenses Ken Griffin y Dan Gilbert, declararon haber decidido “no realizar oferta final por el Chelsea FC”, ante la falta de acuerdo sobre la composición final de su propuesta.
La carrera se reduce a tres candidatos
Además de este consorcio, tres candidatos habían manifestado su voluntad de presentar una oferta al banco de negocios neoyorquino Raine Group, antes de la fecha límite fijada el jueves: Todd Boehly, copropietario de otra franquicia de béisbol (Los Angeles Dodgers), Martin Broughton, expresidente del Liverpool, y Steve Pagliuca, copropietario del club de básquet Boston Celtics.
La oferta de compra de los Ricketts había sido criticada por aficionados del Chelsea, que cuestionaban al patriarca de la familia, Joe Ricketts, acusado de islamofobia en 2019, tras salir a la luz algunos de sus emails.
Este último, no implicado en la propuesta de compra, había presentado sus excusas por sus comentarios y la familia había declarado en un comunicado el mes pasado “rechazar toda forma de odio”. Pero esta polémica no tendría nada que ver con la retirada de la oferta de compra, según la prensa británica.
Chelsea había sido puesto en venta el 2 de marzo por Abramovich, anticipándose a las sanciones del gobierno británico contra los oligarcas próximos al Kremlin y a Vladimir Putin tras la invasión de Ucrania. El club obtuvo una licencia gubernamental especial que le permitía seguir sus actividades, pero bajo condiciones estrictas.
*Con información de AFP