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Luis Grijalva y una historia de superación para poder llegar a Tokio 2020

El joven guatemalteco que emigró con sus padres desde niño a Estados Unidos, clasificó a la final de 5 mil metros planos, pero detrás hay una emotiva historia de superación.

Luis Grijalva en Tokio 2020 Luis Grijalva en Tokio 2020

Grijalva es beneficiario de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), un programa implementado en 2012 por el gobierno de Barack Obama que protege de la deportación a alrededor de 650 mil inmigrantes sin documentación legal que fueron traídos de niños al país.

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Con pocas excepciones, los beneficiarios del DACA que salen del país no tienen permitido volver. Al igual que a otros inmigrantes no autorizados, se les prohíbe reingresar al país durante una década por haber vivido ahí muchos años de manera ilegal.

Grijalva y su abogada le solicitaron al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, la agencia que controla la inmigración, que lo dejara salir del país durante un breve periodo para competir por Guatemala en Tokio. La agencia puede conceder a los beneficiarios del DACA la llamada libertad anticipada, o permiso de viajar, si tienen un buen motivo relacionado con educación, empleo o una causa humanitaria.

Después de esperar unas horas en la oficina, Grijalva declaró que había tenido éxito: le habían dado autorización para viajar a Tokio y competir en los 5 mil metros planos.

Una historia de superación

Previo a poner rumbo a Tokio días atrás, The New York Times, recogió declaraciones del atleta guatemalteco donde habló sobre los duros momentos que tuvo que atravesar para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio.

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Grijalva mencionó que su familia tuvo dificultades económicas en Guatemala. Sus padres, en busca de una mejor vida, se mudaron con él y sus dos hermanos a Nueva York cuando él tenía 1 año. Dos años después, su familia se mudó a Fairfield, California, una ciudad en el Valle Central del estado, donde su padre lavaba autos y trabajaba en una fábrica de armarios cercana. Su padre sigue viviendo ahí, mientras que su madre y sus hermanos regresaron a Guatemala.

En Fairfield, Grijalva descubrió que le encantaba correr, y que tenía un talento natural. En la secundaria Armijo de Fairfield, ganó los campeonatos estatales en pista, campo y a campo traviesa, en los que batió los récords escolares y atrajo la atención de entrenadores universitarios. Sin embargo, pese a ser “bastante rápido” en la secundaria, Grijalva admitió que, para él, clasificar para las Olimpiadas nunca fue más que una fantasía.

Grijalva consiguió una beca completa para la Universidad del Norte de Arizona, donde estudia el último año, y ayudó al equipo universitario, los Lumberjacks, a ganar tres campeonatos a campo traviesa de la NCAA en cuatro años. Luego de una carrera de alto perfil en junio, se hizo profesional, al firmar un contrato con la empresa de calzado Hoka One One.

“Las oportunidades que tuve al venir a Estados Unidos me aportaron mucho más de lo que podía pedir”, dijo Grijalva. Obtener un título universitario y ser remunerado por correr son “cosas que probablemente jamás habría logrado si me hubiera quedado en Guatemala”, señaló el finalista en los 5 mil metros planos.

*Con información de New York Times

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