Una nueva polémica ha surgido en torno a Gareth Bale, quien atraviesa por los días más negros de su carrera con el Real Madrid.
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Y es que parece que Bale pasa su trago más amargo desde que fichó por el club merengue en el verano de 2013.
El alboroto no es para menos, pues sin estar enfermo ni lesionado, suma tres partidos fuera de las convocatorias.
Además, corre el riesgo de no ser incluido por Zidane para los cuartos de final de la Copa del Rey.
Los merengues recibirán este jueves a la Real Sociedad en el mítico Santiago Bernabéu.
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Bale, cuarto en el escalafón
A pesar de que el galés es el jugador que más cobra (17 millones de euros), no es el más sobresaliente en la cancha.
Actualmente, Bale es cuarto en la línea del puesto de extremo izquierdo, antes están Hazard, Vinícius y Rodrygo.
Y aunque en otras ocasiones Zidane había justificado las ausencias de Bale, el sábado no se reservó.
“Bale estaba disponible, pero preferí contar con otros”, explicó el técnico tras el derbi que el Madrid le ganó 1-0 al Atlético.
El galés se ha distinguido por ser hombre de finales y hacer goles memorables, pero no ha estado a gusto en el Madrid.
Entre otros obstáculos está el idioma, pues no ha podido manejar el español, y sus pocos amigos en el vestuario.
Además, ha sido objeto de duros señalamientos de parte de la afición, por su “falta de compromiso con el club”.
Y este momento no es mejor para Bale, a quien el Madrid intentó vender el verano pasado.
Solo un club chino lanzó una oferta, que no fue de agrado para la dirigencia blanca, pues consideró que lo pedían casi de gratis.
Tampoco hubo más ofertas en el mercado de invierno, solo rumores sobre que el Tottenham lo pretendía.
Por ello, el Madrid espera ver su mejor versión, para que recobre su valor y poder venderlo en la próxima ventana de verano.
Contrario a todo lo que se mueve alrededor de Bale, su agente, Jonathan Barnett, dice que él está feliz con su situación.
“Él está muy feliz en Madrid. Y seamos realistas, financieramente la mayoría de clubes están fuera de su liga”.
“No se trata únicamente de dinero. Se trata de su estilo de vida y de sus hijos, que han crecido en Madrid”, señaló Barnett.