El ruso Vasily Kamotsky, conocido como el “rey de las bofetadas” apareció de nuevo.
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Y esta vez, conectó un fulminante golpe a Danya Bely, el famoso 'instagramer zombie’ que le había retado con anterioridad.
Kamotsky es un granjero siberiano que se ha hecho popular por sus brutales bofetadas a sus rivales.
Dichos golpes forman parte de las competencias de Slapping Championship (Campeonato de Bofetadas).
Su aspecto diabólico no fue suficiente para que Bely intimidara a Kamotsky, y terminó casi inconsciente tras el golpe que le dio el “rey de las bofetadas”.
Con tan solo 20 años de edad, y con sus ojos negros y su cuerpo lleno de tatuajes, el instagramer se plantó frente al fornido granjero.
Luego, impactó fuerte con su bofetada pero el golpe fue incapaz de desbalancear al competidor siberiano.
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Golpe casi mortal
Luego, el turno fue para Vasily Kamotsky, con más de 177 kilos (391 libras), dejó noqueado a Bely con apenas 70 kilos (154 libras).
El golpe fue tan fuerte que fue necesario que las personas que se había colocado detrás del retador lo tomaran entre sus brazos.
Con el fin de impedir que se cayera al suelo.
Peculiar forma de entreno
En un ambiente frío, el granjero Vasily Kamotsky practica menudamente sus certeros golpes en Siberia.
Localidad que encuentra en la parte asiática oriental de Rusia.
Ahí, con el apoyo de amigos y unas frondosas sandías, el campeón mundial de las bofetadas es capaz de destrozar las frutas con un solo golpe.
Vasily Kamotsky, actual campeón mundial de las bofetadas
Desde el 2016, este popular deporte, practicado mayormente en las regiones de Estados Unidos, cruzó fronteras y llegó hasta Rusia.
Pero fue hasta en marzo del 2019 cuando se decidió realizar el primer campeonato del Mundo.
Ahí fue cuando Vasily Kamotsky se consagró como el mejor golpeador con la mano en el certamen de Krasnoyarsk.
Y que fue parte del festival internacional de deportes Sarychev Power Expo de Moscú.
Además, recibió un incentivo económico que alcanza los casi 4 mil quetzales.
Dichas reglas consisten en dar golpes en la mejilla con la mano abierta a su contrincante hasta que el oponente se rinda o termine noqueado.