FOTOS. Sexy aficionada brasileña llega sin ropa a la final de la Copa América

Una bella aficionada brasileña se robó el aliento de los seguidores de la “Verdeamarelha” al llegar sin ropa a la final de la Copa América.

Sin dejar mucho a la imaginación, una aficionada de Brasil exhibió sus atributos en el Maracaná.

Aficionada luce un Body Paint

Y es que para apoyar al equipo de sus amores, decidió asistir al estadio sin ropa, y con tan solo un Body Paint.

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La seguidora de la “Canarinha” dibujó en su cuerpo los colores de la bandera brasileña.

Además, solo colocó una especie de parches en sus pezones, mientras que sus otras partes íntimas también lucían levemente cubiertas.

Y mientras esta sexy hincha brasileña se exhibía en los graderíos, otros aficionados también vivían una fiesta.

Se pudo observar en los graderíos a una gran cantidad de personas con disfraces y rostros pintados.

El show de Pedro Capo y Anitta

Previo al inicio del partido entre Brasil y Perú, el cantante puertorriqueño Pedro Capo y la brasileña Anitta, cantaron en el show de cierre.

Pero no fue la única novedad antes del partido, el Maracaná también hizo un minuto de silencio por la muerte de Joao Gilberto.

El reconocido cantautor falleció este sábado a los 88 años, fue el último padre vivo de la bossa nova.

Así, con emociones a tope, se vivió la previa del juego más importante del torneo.

El juego

Brasil desató el carnaval más esperado en el templo del Maracaná al proclamarse campeón de la Copa América 2019.

La "Canarinha" venció este domingo 3-1 a Perú en la final, poniendo fin a 12 años de espera sin reinar en el continente.

Everton, a los 15 minutos, Gabriel Jesus (45+3) y Richarlison (90 de penalti) marcaron los goles de la Seleçao.

Mientras que Paolo Guerrero, de penalti a los 43, había marcado el empate parcial.

El juego se disputó ante 69 mil 906 espectadores, entre quienes se encontraba el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

La victoria le permitió a la Canarinha ganar su noveno trofeo de Copa América, una especie de sanación interior por el fracaso en el Mundial-2014, del que fue anfitriona y favorita, y que luego se repitió en el de Rusia-2018.