Su sonrisa aún es tímida y su carácter humilde, quien no la conoce no se imaginaría el gran potencial en ella, a pesar de su complexión pequeña y delgada.
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Pero Cheili González nació para pelear, ya suma 22 años de carrera, y a sus 38 de edad, nada la detiene cuando se trata de representar dignamente a Guatemala.
Recientemente ganó medalla de oro en el US Open que se llevó a cabo en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos.
Y ahora se enfoca en su gran objetivo, los Juegos Panamericanos de Lima, este año.
Cheili conversó con Publinews acerca de su gran logro en Las Vegas.
Sin embargo, nos recordó sus inicios, qué la motiva, mencionó la palabra retiro y habló sobre sus sueños.
¿Cómo te sientes tras tu último logro?
Estoy muy contenta y motivada porque esto es el preámbulo para los Juegos Panamericanos. Gracias a Dios se dio el resultado, la medalla de oro. Tuve que pelear contra oponentes de Estados Unidos, México y Brasil. Fue un nivel muy fuerte, pero nos sirvió para ir afinando detalles porque falta poco para los juegos.
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¿Cómo fue la final, en qué momento supiste que ganarías?
La final fue contra Brasil, una rival muy fuerte, el marcador fue cerrado. Marqué, ella me empató, luego ella marcó y yo la empaté y marqué el último punto para la victoria.
Fue un combate muy intenso pero muy bonito porque una vez más comprobé que todo se puede lograr con mucho entrenamiento y práctica.
¿Cómo ha sido la preparación para este abierto y para lo que viene?
Estamos enfocados en los Juegos Panamericanos, es nuestro objetivo principal. Todo ha sido una base para eso, ha sido una preparación muy fuerte, no podemos detenernos, vamos mi otro alumno Allan Maldonado, y yo.
¿Y cuál es tu agenda previo a los Panamericanos?
Este martes salimos para Denver a otra competencia, estamos una semana ahí, después vamos a un campamento a México y luego a Turquía, a una serie A que también acumula puntos para el ranquin y tener la oportunidad para ir a los Juegos Olímpicos.
La exitosa carrera de Cheili González
Luego de tantos años en este deporte, ¿recuérdanos tus inicios?
Comencé en el karate a los 11 años con el apoyo de mis padres, tuve maestros japoneses, fue una experiencia muy buena. Recuerdo la competencia de 1996, tenía 16 años, en un Panamericano Juvenil, desde ahí se me han dado los resultados. Estamos hablando de muchos años (22), pero realmente el tiempo no se siente, pasa muy rápido.
¿Qué te sigue motivando después de 22 años?
Ahora mi bebé Douglas Emilio, él es mi inspiración. Cuando estaba embarazada no sabía si volvería a competir, el nacimiento de mi bebé es lo más grandioso que me ha pasado, pero ahora a todas las competencias que voy siempre pienso en él, y me digo: ‘regresé por él’, entonces, doy más del 100 por ciento.
Los Juegos siempre habían sido lo más importante, pero tras el nacimiento de mi bebé todo ha cambiado, cada vez que salto al tatami tengo su imagen, todo lo hago muy diferente de cómo lo hacía antes.
¿Cuál ha sido el momento más difícil en tu carrera deportiva?
Hubo muchos tropiezos, por muchos años salí a competir sola, sin entrenador, eso es lo más duro que puede pasarle a un atleta, pero gracias a Dios tuve gente que me apoyó y al final logré salir adelante.
¿Con qué sueñas?, pues casi lo has ganado todo
Con una medalla olímpica porque el karate no ha estado en Juegos Olímpicos, será hasta en 2020 que el karate será incluido.
Tu edad, ¿es una ventaja o desventaja?
Siempre me preguntan que si mi edad es un factor negativo, porque tengo 38, per me siento bastante bien, pero entre las que vamos a Panamericanos hay una dominicana que es medallista mundial y tiene mi edad, la más joven tiene 28, y si uno ve, los atletas que suben al podio pasan de los 30 años. Me siento bien físicamente, y se me están dando los resultados. La edad en el karate no tiene qué ver, siempre que te sientas bien.
¿Entonces no has pensado en el retiro, hay Cheili para rato?
No pienso en eso, creo que cuando llegue el momento me retiraré de competencia y ya, entonces seguiré haciendo karate para vida.
¿Cuál sería el momento idóneo para retirarte?
Pueden ser varios factores, quiero ser entrenadora de selección, quizá si tuviera esa oportunidad, aunque tengo a dos atletas a cargo, Ilse Díaz y Allan Maldonado, él es campeón de Juegos Bolivarianos y ganó oro en los Centroamericanos y del Caribe.
Otro motivo que podría impulsar mi retiro sería ampliar la familia (sonríe), pero de momento me enfoco en los Juegos, y si existiera una oportunidad de clasificar a Juegos Olímpicos.
Digo oportunidad porque tiene que ver el ranquin y eso significa ir a muchas competencias en Europa o Asia, y para ello se necesita mucho dinero.
¿Tienes apoyo económico?
Ahora que clasificamos a Juegos Panamericanos hemos tenido apoyo en salir a competencias, aunque uno como atleta busca más, por ejemplo en nuestro caso, que competimos por categoría, tenemos que mantener nuestro peso, eso significa tener una buena alimentación y para eso se necesita dinero, el gasto es fuerte, debería haber más apoyo.
Están las becas pero se necesita cambiar muchas cosas. Por ejemplo, años atrás no tenía un apoyo de la Federación, ahora el nuevo Comité Ejecutivo nos ha apoyado, no me puedo quejar, he tenido apoyo para ir a competencias, pero creo que el sistema debe cambiar más para motivar a los atletas.
Mujer, madre, esposa y entrenadora
¿Cómo es un día normal en tu vida?
Las mamás no dormimos (sonríe). Cuando mi bebé duerme conmigo me despierto a cada rato. Me levanto a las 5 de la mañana, entreno karate de 6:15 a 8:30 horas, luego hago preparación física de 10:00 a 11:00 y después entreno 1 hora al medio día, el entreno final es de 17:00 a 19:30. Entre 15:00 y 17:00 horas doy clases de karate a niños.
¿Cuál es el secreto para separar tu rol de mujer, madre, esposa y entrenadora?
Mi familia. Es un gran apoyo, si no tuviera su apoyo no hubiera podido regresar. Mi familia cuida a mi bebé. Claro es un poco complicado, pero las mujeres sacamos fuerzas de todos lados, muchos me preguntan cómo puedo con esa rutina, pero no lo pienso, lo hago. Mi esposo es mi entrenador, pero no mezclamos sentimientos con el trabajo, pero casi nunca nos enojamos (sonríe).
Hablando en tu rol de entrenadora, ¿cómo ves a las nuevas generaciones del karate, hay potencial para que brillen nuevas estrellas?
Sí, pero se necesita masificar, pero se necesita mucho apoyo de las familias. Hemos visto muchachos que hacen karate uno o dos años y lo dejan porque tienen que regresar a sus departamentos, tienen otra visión, y es una lástima. Se necesita hacer un buen proyecto, que se pueda desarrollar para captar esos talentos porque hay muy buenos atletas de karate, hay potencial.
Y para finalizar, ¿qué le dices a los guatemaltecos?
Les agradezco por todo el apoyo porque siempre están pendientes de nosotros, es una gran motivación para seguir adelante y representar a Guatemala.
Cuando estamos adentro del tatami, donde competimos, tenemos toda esa buena vibra y es lo que nos hace seguir adelante y ver nuestra bandera en alto.
Un día en la vida de Cheili González
Para Cheili la vida no es fácil. Pero su entrega, el amor de su esposo e hijo, así como el de su familia le ayuda a salir adelante día a día.
Según nos cuenta, su día inicia a las 5 de la mañana. De 6:15 a 8:30 realiza entrenamiento de karate, junto a su esposo.
Luego, hace una preparación física de 10:00 a 11:00 horas.
Posteriormente, otro entreno de 12:00 a 13:00 horas.
Ya en horas de la tarde, da clases de karate. Esto lo hace de 15: a 17:00 horas.
Por último, su entrenamiento de la tarde noche lo realiza de 15:00 a 19:30 horas.
Y es en ese momento donde ya comparte con su hijo, del cual dice que “es lo más grandioso”, y quien la inspira en cada uno de sus combates.
Entre sonrisas dice: “las mamás casi no dormimos”. Añade: “Las mujeres sacamos fuerzas de todos los lados”.
Golpes certeros
- Guatemala: pasión, entrega y dedicación
- Karate: mi vida
- Familia: amor
- Victoria: se me eriza la piel
Frase de motivación
Chikara: hacer las cosas con coraje, fuerza y espíritu.
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