Nueve años y cuatro cirugías en las muñecas después de coronarse en Estados Unidos, Juan Martín del Potro es un hombre feliz que ama lo que hace. Con la humildad que solo enseñan los reveses, el argentino valora como un título cada partido que juega y gana. "Es hora de celebrar", dice antes de encarar las semis del US Open.
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"Después de todos mis problemas pienso que es hora de celebrar ese tipo de cosas. Amo este deporte. Amo la competición y estoy muy orgulloso de estar aquí de nuevo", señaló con una enorme sonrisa después de vencer en cuatro sets al estadounidense John Isner.
"Estoy muy contento por mi nivel, por todo lo que he tenido que pasar para estar en esta situación ahora. Pienso que no importa el resultado final en el torneo. Estoy disfrutando de jugar al tenis de nuevo. Estoy disfrutando mucho aficiones como esta. Me gusta jugar grandes partidos contra otros jugadores. Eso me hace sentir vivo de nuevo", agregó.
El de Tandil, posiblemente el favorito del público del Abierto de Estados Unidos, se enfrentará ahora al español Rafael Nadal, que acabó con el austriaco Dominic Thiem luego de una batalla de cinco mangas y casi de cinco sets.
"Jugar contra Rafa será otra gran batalla como ya lo fue en Wimbledon. Por supuesto, siempre me gusta jugar contra el número uno del mundo, no importa el torneo ni las condiciones ni el clima. Simplemente tengo la oportunidad de jugar contra los mejores de este deporte y eso es increíble para mí", apuntó.
Pero poco importaba su contrincante. Del Potro está disfrutando del deporte otra vez luego de haber estado a punto de abandonarlo tras tres cirugías en la muñeca izquierda y otra en la derecha.
Sin embargo, decidió continuar y está firmando, a sus 29 años, una de las mejores temporadas de su carrera, con la consecución de su primer Masters 1000, en marzo en Indian Wells, y su segunda semifinal del año en un Grand Slam luego de caer precisamente ante Nadal en la penúltima instancia de Roland Garros.