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Del Potro, imbatible; Nadal convincente y Serena de vuelta en el US Open

Un año después de ser madre, la pequeña de las hermanas Williams solo tiene un objetivo en mente: sumar su 24º título de Grand Slam que la iguale con la australiana Margaret Court como la tenista más condecorada de todos los tiempos.

El argentino Juan Martín del Potro barrió al croata Borna Coric y sigue sin ceder un set en el torneo, el español Rafael Nadal firmó un triunfo convincente y la local Serena Williams demostró que está de vuelta un año después de ser madre para avanzar a cuartos del Abierto de Estados Unidos.

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El albiceleste, rodeado de un grupo de amigos de toda la vida llegados de Tandil hace unos días, no encontró rival en Coric (N.20), al que superó 6-4, 6-3, 6-1 para citarse ahora con el local John Isner (N.11) en cuartos.

Inexpugnable con su servicio, sólido desde el fondo de la pista y magistral con su revés cortado a una mano, Del Potro (N.3) desplegó todo su arsenal para pasar por encima de un rival que sufrió problemas físicos en su muslo derecho después de la primera manga.

A pesar de ello, el argentino elevó su nivel cuando lo necesitó y pudo cerrarlo por la vía rápida bajo una asfixiante humedad.

"No jugué de 10 pero jugué muy bien también y cuando tenía que jugar de 10 lo hice, como en algún break point. Es lo bueno de sentirme con esta confianza, que puedo mantener una regularidad alta durante todo el partido y luego en los momentos claves subir el nivel", dijo Del Potro con una enorme sonrisa en conferencia de prensa.

Con paso firme

Antes Nadal, primera raqueta del mundo y vigente campeón del torneo en las pistas duras de Flushing Meadows, controló al georgiano Nikoloz Basilashvili en cuatro sets de 6-3, 6-3, 6-7 (6/8), 6-4 y tres horas y 19 minutos de juego.

El español no dejó muestras de sentir dolor en su rodilla derecha, que le molestó durante su complicado partido ante el ruso Karen Khachanov en la tercera ronda, y pasó por encima de su rival durante los dos primeros sets con la naturalidad de quien va cada día a trabajar.

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"Siempre tengo esa alerta en ese lugar pero creo que estoy suficientemente bien como para competir. Espero que la rodilla pueda aguantar hasta que los rivales me digan 'basta' y en eso estoy", dijo el vencedor tras la contienda.

Sin necesidad de florituras, Nadal fue buscando su sitio en la pista y, cuando lo encontró, castigó cada una de las dudas de su contrincante.

No necesitó más en una jornada relativamente cómoda para él, que solo se le complicó cuando se relajó en la tercera manga, teniendo que jugar casi una hora más para cerrar el choque en la cuarta.

Ahora gozará del espacio y el tiempo para seguir poniéndose a punto antes de medirse el martes al austríaco Dominic Thiem (N.9) en cuartos, con un ojo puesto en Del Potro, con el que podría chocar en semifinales.

Thiem barrió anteriormente en la jornada al sudafricano Kevin Anderson (N.5) en un visto y no visto. Sin contemplaciones.

El europeo, verdugo de Nadal en la tierra batida de Roma en 2017 y de Madrid en 2018, no dio opciones a su rival con un contundente 7-5, 6-2, 7-6 (7/2).

"Es un jugador fantástico, muy poderoso. Voy a tener que jugar mi mejor partido del torneo para tener opciones de pasar", valoró Nadal.

En blanco

Tras Nadal, Serena Williams saltó a la pista central Arthur Ashe para medirse a la estonia Kaia Kanepi, que había dejado por el camino en primera ronda a la rumana Simona Halep, primera raqueta de la WTA.

Y dio una exhibición en la primera manga, con un rotundo 6-0 en apenas 18 minutos que recordó a sus mejores actuaciones de siempre.

Sin embargo, Kanepi no había dicho su última palabra. La estonia le quebró su primer servicio a la estadounidense (1-0), así como el séptimo (5-2), y cerró el set 6-4.

Aún tenía esperanzas… pero éstas se esfumaron pronto, con una ruptura en el segundo y, de nuevo, un nivel superlativo de la estrella local, que firmó 18 "aces" y 24 "winners" en total más que su contrincante (46-22) para avanzar a cuartos, donde ahora le espera la checa Karolina Pliskova (N.8).

Un año después de ser madre, la pequeña de las hermanas Williams solo tiene un objetivo en mente: sumar su 24º título de Grand Slam que la iguale con la australiana Margaret Court como la tenista más condecorada de todos los tiempos.

"Mi deseo por ganar nunca ha bajado y ahora tampoco ha subido. Siempre ha estado ahí. Sería maravilloso ganar un Grand Slam teniendo una hija pero es mucho trabajo. Voy a seguir luchando y a ver qué pasa", sentenció.

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