La justicia suiza decidió revocar la suspensión que concedió a la sanción de Paolo Guerrero en mayo de este año lo que e permitió al delantero peruano jugar con su selección el Mundial de Rusia, por lo que ahora tendrá que cumplir el resto de la pena.
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Por eso, no podrá volver a jugar en lo que resta de año. Su regreso al rectángulo de las acciones sería hasta en abril de 2019. Además, al recibir esa suspensión en un último recurso, Guerrero no podrá recurrir al camino jurídico para intentar modificar esa decisión.
Su actual club, el Internacional de Porto Alegre de Brasil, incluyó una cláusula en la que se protegía de cualquier irregularidad respecto a la suspensión de Paolo Guerrero. El contrato queda por el momento quedó congelado. Por lo tanto, el club no estaría obligado a pagar el salario al atacante durante ese periodo de tiempo. Además, los años de contrato empezarán a correr hasta que el goleador pueda volver a jugar. Así que al firmar un contrato de tres años, la vigencia del mismo empezaría en abril.
En Brasil su incorporación al “Colorado” había suscitado mucho interés, pues en el país es considerado uno de los mejores delanteros de la historia de la competición. En la liga brasileña ha convertido 42 goles y ha asistido en 19 ocasiones en 123 partidos disputados.
El atacante fue condenado por el TAS a cumplir 14 meses de suspensión por doping causado por un metabólico de cocaína en octubre del año pasado. En diciembre, Guerrero logró que esa pena se redujese a seis meses, lo que permitió al “Depredador” a regresar a los terrenos de juego con Flamengo y, además, disputar el Mundial con Perú.
Después del Mundial, Paolo llegó a jugar cuatro partidos con el Flamengo, antes de fichar por el Internacional de Porto Alegre. Guerrero todavía no ha debutado con su nuevo club y, además, se ha quedado fuera de la convocatoria de Ricardo Gareca para los amistosos ante Holanda y Alemania que disputará la selección.