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¿No más diversión en Rusia después de la Copa del Mundo?

#HOMEALONe explora los dobles estándares de las autoridades del país hacia los turistas y los aficionados que podrían terminar junto con la Copa del Mundo

La política de permisividad que los agentes del orden rusos están aplicando hacia los aficionados en la Copa del Mundo es noticia en los medios de comunicación locales.

Por ejemplo, el 4 de julio, las autoridades de Moscú declararon oficialmente que "no les importa" que los aficionados que acudieron al Mundial roben decoraciones instaladas en la ciudad como "souvenirs". Según un informe, los elementos de alumbrado público como las bombillas LED con dibujos en forma de grullas, gansos, patos, lobos y conejos son especialmente populares entre los huéspedes extranjeros.

HOMEALONe vio por su cuenta la lealtad de la policía en el corazón de la capital. Los fans se suben a los postes, derriban guirnaldas de luz, usan cualquier pared accesible como inodoro. También ahora está "permitido" dormir en el césped, hacer fotos divertidas con policías, pelear y consumir alcohol en las calles.

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Pero lo interesante es que la amabilidad de la policía no se aplica a los rusos. En un vídeo publicado recientemente en la red social local VK se mantuvo una conversación con los guardias de la orden en la calle Nikolskaya, donde a los amantes del fútbol les encanta celebrar las victorias de sus selecciones nacionales durante el torneo. Un hombre preguntó si sería posible caminar por la calle con cerveza después del Mundial. "¿Eres de Rusia? Entonces no podrás", respondió el miembro de la Guardia Nacional, afirmando que los extranjeros pueden hacer "cualquier cosa, porque a todos se les permite".

Bueno, no "cualquier cosa". Anteriormente, a un amante del fútbol inglés no se le perdonó que escribiera el nombre de su país en el monumento al futbolista Fyodor Cherenkov, cerca del estadio Spartak. Las acciones del hombre fueron consideradas una ofensa administrativa, pero no por dañar la estatua, sino por "violar las reglas de conducta de los espectadores durante las competiciones deportivas oficiales".

Y aunque el afortunado aficionado evitó todos los problemas, antes de la Copa del Mundo el estudiante de la Universidad Estatal de Moscú que escribió "No Fan Zone" en un letrero de plástico, cometió una acción similar. Estuvo a punto de dar lugar a un caso penal que incluía vandalismo contra él, pero fue cancelado gracias a la resonancia pública y al escándalo que causó.

HOMEALONe cree que Moscú ha cambiado definitivamente gracias al torneo. La gente feliz está bailando, cantando y disfrutando del espíritu del fútbol en las calles –algo que nunca antes se había visto aquí–. Y ojalá que esa alegría no desaparezca bajo las batutas y las esposas de la policía local justo después de la Copa Mundial, porque este ambiente de celebración definitivamente se va a perder aquí.

* Con información de Dmitry Belyaev.

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