Esta semana quedó cerrado un capítulo histórico para el deporte, con la demolición de uno de los estadios techados más grandes de los Estados Unidos. Las imágenes de su demolición son impactantes.
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La destrucción del Georgia Dome duró a penas 15 segundos y para ello se utilizó unos 2 mil 268 kilos de explosivos que estallaron uno tras otro en diferentes puntos del lugar en el centro de Atlanta.
Su demolición fue grabada y fotografiada por cientos de personas. Así, la implosión planificada hizo que el emblemático estadio quedara hecho cenizas. Tras las explosiones, una nube de polvo y deshechos se levantó en el lugar y se esparció por el centro de la ciudad.
Así, el Georgia Dome, inaugurado en 1992, fue sustituido por el Estadio Mercedes-Benz, de 1.600 millones de dólares y construido al lado.
El nuevo estadio es la casa de los Atlanta Falcons de la NFL y del club de futbol Atlanta United, de la MLS, dirigido por el argentino Gerardo Martino.
Entre los lujos del nuevo recinto, además del techo replegable que se abre como un lente de cámara fotográfica, el Mercedes-Benz tiene una pantalla gigante circular de video de 335 metros y una enorme escultura de acero en forma de halcón, con alas que se extienden 21 metros, en una de las entradas principales.
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