Sin bajar nunca los brazos, José recuerda los días en los que se encontró con Natividad Teresita Collado, competidora olímpica dos veces por Guatemala en Sydney 2000 y Atenas 2004, y aprendió la técnica de la marcha atlética.
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En ese entonces, el atleta que ahora tiene 23 años, se dedicaba a sus estudios y a ganarse un sustento cuando subía a su bicicleta para repartir el pan o cuando vendía diarios en los rincones de Santa Cruz del Quiché, algo que cambió en forma radical.
48 fue el puesto que José Raymundo ocupó hace dos años, en Pekín, durante su primera aparición en el Mundial.
Cinco años después de sus primeros pasos, José está por cumplir con su segunda participación mundialista luego de que en 2015 participó en Pekín y volverá a verse las caras con los miembros de la élite de los 20 kilómetros un año después de su actuación en los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
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En ruta
Después de haber asistido a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y al Mundial de Pekín, José ganó al año siguiente por primera vez en su carrera el Campeonato Nacional el año anterior y se ha mantenido como uno de los grandes exponentes de la generación de marchistas que surgió en el anterior Ciclo Olímpico.
Resurgió
En el Gran Premio Cantonés de La Coruña de este año, el quichelense hizo valer su oportunidad de clasificarse al Mundial con un tiempo de 1:22.42, el mejor de su carrera en los 20 kilómetros y con el que cumplió las exigencias de la Federación Nacional para unirse en el equipo a los primos Erick y José Barrondo.
Conexión
José mantiene una importante relación con Erick Barrondo, quien ha sido uno de sus mentores dentro del equipo nacional, y otra de respaldo con José Barrondo, quien fue su compañero en un campamento de preparación para el Mundial que tuvo lugar hasta esta semana en Spala, Polonia al lado del entrenador Urías.
2 minutos y 28 segundos es la diferencia favorable que Raymundo marcó este año con respecto de 2016 como su mejor tiempo.