Londres, Inglaterra. La multiculturalidad que se ve en las calles de la capital inglesa llegó este viernes a los graderíos del estadio Olímpico que vio cómo la mezcla de los diferentes caracteres y costumbres del público que vio de cerca la acción, le dio vida a un interesante marco de imágenes.
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Desde la porra jamaiquina que llegó para apoyar a Usain Bolt, Yohan Blake y otros; los locales que evidentemente fueron la mayoría y le hicieron sentir su cariño a sus atletas, principalmente a Mo Farah, uno de los ganadores de la noche y aquellos que intentan pasar desapercibidos, todos han tenido un brillo especial en el recinto que se ubica en Stratford.
"Esta es una fiesta… no teníamos algo así desde los Olímpicos del 2012", explica Jonathan, un trabajador de la construcción en un sector cercano a Tower Hill, quien confesó que le pidió a su jefe permiso para salir temprano y ver a Farah, quien finalmente se llevó el triunfo en los 10 mil metros.
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Seguidoras cuya creencia religiosa es el Islam y que cubren sus cabezas, maquillaje con los colores de la bandera británica, tiempo para beber una cerveza o comer los tradicionales "Fish and Chips" (pescado u papas fritas) se ven en las afueras y los graderíos del estadio que a partir de este viernes ha sido nuevamente el lugar en el que se reúnen los mejores del planeta en las pruebas de pista, campo y ruta.
Las emociones volverán a esa intensidad el sábado con ocasión de las semifinales y finales de los 100 metros en las que Bolt, la estrella que está cerca de despedirse del atletismo como profesional, que están programadas para la jornada vespertina.
Por ahora, nadie puede imaginarse ni quiere un resultado diferente al de ver al "Rayo" conquistar por cuarta ocasión el título en la prueba reina.