Tenía una deuda consigo mismo desde la edición de 2016 de la carrera de Cobán en la que no pudo llegar a la meta, pero esta vez, Carlos Ponce no se dio por vencido y entre los aplausos de sus familiares y sus seres queridos cruzó la última línea.
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Carlos, quien ha participado en otras de las grandes carreras en Guatemala, tenía la mente puesta en que esta vez lo lograría y salió con ímpetu dos horas antes (5 de la mañana) que el resto de los más de 12 mil participantes.
"Tenía esta deuda pendiente, esta no me iba a ganar otra vez" dijo con orgullo Carlos poco después de su ingreso a la pista del estadio Verapaz en donde le acompañaron con el conteo regresivo en sus últimos pasos.
Este domingo, Ponce ingresó cerca de las 11:30 de la mañana, más de tres horas después que el keniano Edwin Kipsang Rotich (1:04.16), pero en su caso, no es el tiempo sino haberse vencido a sí mismo y a su condición física lo que vale más que una medalla.
En 2014 cuando se celebraron los 21k de la Ciudad en Guatemala, Carlos hizo su primer recorrido en caminata por la prueba pedestre al lado de su hijo y un año después lo repitió para recordar la memoria de su padre, Julio Armando Ponce Heinemann, quien nació en Cobán.
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"Quería darle un ejemplo a la juventud de que con voluntad se pueden lograr muchas cosas y gracias a Dios hoy logré mi objetivo", concluye Ponce.
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