Un familiar de Fernando Sierra, el entrenador que mató a su pequeño alumno de solo 10 años, porque le prohibieron verlo, reveló cómo era la relación entre ambos, y de cómo le dijeron que no se encariñara con el pequeño.
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Este caso que conmocionó a Uruguay la semana pasada, luego de que se revelara que Sierra le disparó en la cabeza al pequeño y después de suicidó, ha dado la vuelta al mundo, pues es un crimen del que aún quedan muchos cabos sueltos.
Uno de los familiares de Fernando Sierra se atrevió a hablar del caso, aunque no quiso ser identificado. "Felipe era uno más de la familia, se quedaba, jugaba, pasaba días o semanas acá. Le dijimos a Fernando que nos se encariñara mucho porque él no era el padre biológico, pero él le daba todo: al niño no le faltaba nada", le dijo a "Telemundo" uno de los familiares de Fernando Sierra.
"Esto es muy difícil para los padres de Fernando. Este es un momento que nadie quiere atravesar. Ellos son personas mayores: sufren la pérdida de un hijo, pero también del niño. A veces no estás preparado y te pasan estas cosas así tan rápido y no entiendes nada", le explicó la fuente a "Telemundo".
"El dolor nunca acaba. Si tuviera a la madre al lado la abrazaría con el profundo dolor de todo lo que pasó", finalizó el familiar, quien no quiso ser identificado.
La historia
De acuerdo al relato de la madre del pequeño, el entrenador tenía una relación muy estrecha con él, incluso lo llegaba a traer a la escuela y pasaban periodos de vacaciones juntos.
Sin embargo, la psicóloga del colegio le recomendó a la madre que no permitiera más encuentros a solas entre el entrenador y el niño, porque había notado comportamientos extraños en el pequeño, por lo que la madre le dijo a Sierra, que ya no podía frecuentar al pequeño.
Sierra al recibir esa prohibición, se volvió loco y le dijo a la madre de Felipe, que si no dejaba que lo viera, se mataría, y lo cumplió. Al día siguiente el entrenador recogió al pequeño en la escuela, lo secuestró, lo sedó, y le quitó la vida.
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