La cara más reprobable del fútbol volvió a ser noticia este fin de semana en Croacia, después de que un "hooligan" enmascarado y armado con una barra de hierro entrara a la cancha del estadio del Hajduk Split con intención de agredir al árbitro.
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El incidente quedó grabado por las cámaras de televisión del estadio y las imágenes se hicieron virales en las redes sociales.
En el video, se observa al hombre, vestido con un sudadero de color negro, el rostro cubierto y con una especie de objeto contundente en la mano, ingresando a la cancha. Este se acerca adonde se encuentran los jugadores y hace un gesto intimidatorio en contra del árbitro, quien se aleja inmediatamente de él.
Los futbolistas y el personal del estadio intentan apartar al agresor, quien fue finalmente detenido por la policía croata.
Tras el lamentable hecho, la Federación Croata (HNS) pidió a los aficionados "condenar con firmeza estos comportamientos y tomar distancia con respecto a los 'hooligans'".
"Los clubes, la selección y la federación son los rehenes de los hooligans".
El partido entre el Hajduk y el Rijeka finalizó con un empate 1-1, bajo una atmósfera agitada que incluyó insultos racistas a algunos jugadores.
Además del hincha protagonista del incidente, otras 20 personas fueron detenidas durante y después del partido.
La violencia, provocada principalmente por los ultras de los tres grandes clubes del país: el Dinamo Zagreb, el Hajduk Split y el Rijeka, empaña prácticamente todas las jornadas del fútbol croata, donde los "hooligans" utilizan habitualmente consignas pronazis.